La Tuberculosis es un mal que ataca a varios peruanos

La Tuberculosis es una enfermedad infecciosa que gana terreno en el Perú. Nuestro país, lamentablemente, ocupa el segundo lugar entre las naciones más infectadas por sólo por detrás de Haití.

Hace poco, el Colegio Médico del Perú pidió a las autoridades de salud, declarar una emergencia sanitaria ante el considerable aumento de casos de TBC en nuestro país.

Las cifras son alarmantes, pues el 60% de los más de 35 mil infectados se encuentran en Lima. Según fuentes de Salud, cada año se registran unos 25 mil nuevos casos.

También, existen dos mil 600 casos de TBC multidrogorresistente, de los cuales dos mil habitan en la capital. Estos pacientes requieren un tratamiento de dos años y entre un 60% y 70% logra curarse.

Síntomas:

La TBC es un mal que puede atacar cualquier parte del cuerpo, pero son los pulmones un blanco común. Los síntomas más frecuentes son el cansancio constante, pérdida de peso, tos persistente, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de apetito.

El riesgo grande de contagio es cuando la persona infectada tose o estornuda, porque las pequeñas gotitas de secreción de la tos o del estornudo son donde están la bacteria y éstas se propagan por el aire.

Por eso hay que tener en cuenta los lugares que son cerrados, donde la calefacción en invierno y los acondicionadores de aire en verano no permiten una adecuada ventilación.

La persona infectada con esta enfermedad está limitada al trabajo, no puede realizar ninguna labor que requiera estar en contacto con otras personas, o alimentos, por lo tanto no puede integrarse socialmente, porque las personas cercanas a ésta deben hacerse los chequeos y tomar la medicación correspondiente, para no contagiarse.

La Tuberculosis es un mal que se puede combatir:

  • La persona infectada debe protegerse siempre que tosa con pañuelos desechables. Evitando así, el efecto aerosol.
  • Lavado de manos después de toser.
  • Ventilación adecuada del lugar de residencia.
  • Limpiar el domicilio con paños húmedos.
  • Utilizar mascarilla en zonas comunes.
  • Restringir visitas a personas no expuestas a la enfermedad.
  • Garantizar adherencia al tratamiento.