¿Qué hacer si el niño tiene miedo a la oscuridad?

Nunca faltan los casos en que los niños experimentan temor en algún pasaje de sus vidas, como por ejemplo a la oscuridad, algo normal en su proceso de desarrollo.

Una de las formas más comunes de miedo a la oscuridad es el miedo a dormir en una habitación con la oscuridad como testigo, interfiriendo incluso el sueño de otros miembros de la familia.

¿Cómo deben actuar los padres?

Limitar los programas de televisión:

Hay programas que pueden estimular la imaginación de los niños, más aún si luego van a ir a dormir a una habitación oscura. Los padres, por ello, deben tratar de limitar la cantidad de programas y comentar con sus hijos que es poco propicio que vean ciertos programas.

Alentar a los niños a que compartan sus temores:

Si los niños comparten lo que temen, les ayudará a sentirse mejor. Muchas veces, ellos no están en condiciones de determinar con exactitud lo que les causa miedo hasta que lo cuenten. Esto ayuda que los padres tengan una idea exacta de lo que sus hijos temen u cuán grave es el miedo.

Enseñar a contrarrestar el miedo:

Los niños pueden poder en práctica algunas actividades para poder calmar el miedo. Por ejemplo, si le tiene miedo a la oscuridad, se le puede enseñar a respirar de manera lenta e imaginar algo relajante. Otro método práctico es el escuchar música relajante.

Utilizar luz gradual:

Los padres pueden conectar a la habitación de sus hijos una luz que pueda graduar. Ellos, pueden ajustar la luz al nivel en que su hijo se pueda sentir cómodo. A medida que pasen los días, los padres pueden poner la luz baja hasta que su hijo pueda manejar ese temor a la oscuridad. Otra opción es que puedan usar una linterna, para que tenga una fuente de luz en caso despierte en la madrugada y tenga miedo.

Recompensar a su hijo:

Cada paso que su hijo pueda dar en el proceso de vencer su temor a la oscuridad, debe ser recompensando. Para ello, los padres pueden acordar un premio, por ejemplo, si el pequeño va para tres noches consecutivas sin levantarse y despertar a los padres.