Dia del Pisco Sour

El «día del Pisco Sour» es diferente del «Día del Pisco».

Cómo  nace el día del Pisco Sour: 

Pocos tragos son tan exquisitos como el pisco sour. Aroma, fragancia, presencia y majestuosidad. Es un aperitivo de salón y un cóctel imprescindible en toda reunión social. No obstante que las recetas están a disposición de todo barman que se respete, faltaba la fecha que lo elevara al podio de los ganadores, colocándole el laurel que se merece.

Por Resolución Ministerial 161-2004-PRODUCE, con fecha 22 de abril de 2004, se instituyó «el primer sábado del mes de febrero de cada año, como el día del Pisco Sour, a nivel nacional», en reemplazo de la norma anterior que fijaba el 8 de febrero.

El nombre del aperitivo pisco sour se hizo famoso en el decenio de 1960, cuando el Centro limeño se convirtió en el eje neurálgico del movimiento político y económico del país. Diplomáticos, turistas, políticos, escritores y toda la gama de profesionales y artistas acudían al hotel Maury, para saborear el delicioso trago

El pisco sour peruano tiene un sitio preferencial en el listado de aperitivos internacionales. Durante un congreso internacional realizado en Venezuela en 1977 se instituyó el rol de los 75 tragos que debe conocer todo barman.

Es tan reconocido el sabor de este trago, que de inmediato surgieron los imitadores. En Chile, por ejemplo, preparan también pisco sour, pero con una receta diferente, pues lo elaboran con pisco, limón de pica y azúcar impalpable, y no le echan clara de huevo. Además, el sabor de ambos piscos es totalmente diferente.

De allí su color –que debe ser totalmente transparente–, sabor fuerte y contundente, y una ligera fragancia. Si el aroma se siente “aperfumado”, es cualquier otro licor menos pisco.

En cuanto al sabor, los entendidos distinguen varios tipos: el pisco puro, que proviene de la uva Quebranta o la Mollar; el aromático, que se deriva de uvas fragantes como la Moscate, Italia o Albilla; el “acholado”, una mezcla de distintas variedades y que consigue un sabor fuerte y contundente; el mosto verde, que irrumpe el proceso de fermentación de la uva; y, finalmente, el aromatizado, al que le agregan frutas como limón, mango o higo durante el proceso de destilación.