Desde aquella derrota en las finales de 2009 o la caída en la Copa Libertadores ante Universidad de Chile, no había sentido tanta incomodidad por una derrota de Alianza. Y es que el sábado, ante Sporting Cristal, fue un equipo muy distinto al que habíamos visto en anteriores partidos. Si hace una semana, nos veíamos con el segundo lugar asegurado, hoy debemos apelar a las malditas matemáticas para poder saber cual será nuestro destino de cara a la Liguilla.
Con la cabeza caliente, afirmé que de quedar en el grupo de la Universidad San Martín, el título nacional nuevamente sería esquivo para los blanquiazules, no por nosotros, sino por el nivel que viene mostrando el equipo albo en la temporada. Estamos a nueve puntos y sólo una participación perfecta en la Liguilla nos pondría nuevamente en la final. Puede sonar un poco derrotista mi discurso, pero llegar al segundo lugar es muy dificil, teniendo en cuenta la extraordinaria campaña de León de Huánuco, que a mi entender, ocupa esa posición con suma justicia.
En un clásico, no hay ni heridos ni favoritos. Pese al momento complicado que viene atravesando, Sporting Cristal salió a defender su localía y sometió en gran parte del partido a Alianza, que no pudo dar señales de levantar durante el partido. Tanto Amilton Prado como Edgar Villamarín fueron bien controlados en sus respectivas bandas, mientras que Donny Neyra, Joel Sánchez y el propio Claudio Velázquez fueron bien controlados por las marcas de la defensa rimense.
Al no haber aire en la creación, Henry Quinteros no tuvo con quien jugar y Alianza perdió toda opción, dedicándose a preservar el 0-0, que era incluso un resultado alentador, aunque medio mentiroso. Uno de los errores de Costas es jugar al empate. Sacar a Velázquez y poner a Jayo es muestra clara de lo que quiso el DT en el estadio ‘San Martín de Porres’. Derrepente muchos hinchas habrían hecho lo mismo, por Costas, al voltear a ver su banco, no encontró un delantero de las características del ‘Karioka’, o algún jugador cuya característica sea pelear el balón.
Es ahí donde entran a tallar algunos cuestionamientos al porqué de la venta de José Carlos Fernández. Desde su partida, ‘Karioka’ no ha logrado ser el referente del área que necesitamos, Roberto Ovelar se mantiene en recuperación, la posición de Donny Neyra no es la delantera y tampoco hay que engañarnos con los juveniles, pues si jugaban, se iban a encontrar con una defensa complicada como la de Cristal. Aunque no hay que poner más excusas, nos faltó personalidad (lo dijo Costas) y le agregó una frase de Leandro Fleitas: »La verdad que nos ganó un equipo de ‘pechofríos’ pero más ‘pechocongelados’ somos nosotros. Así no podemos pelear ni m…». (Y tiene razón).
Si hace una semana, teníamos la primera opción para liderar la Liguilla par, hoy la tenemos pero para ser el escolta de la San Martín. Para llegar al segundo puesto, debemos de superar por cuatro o seis goles al Total Chalaco en Matute para poder superar por diferencia de goles al León de Huánuco, a no ser que Sport Huancayo de la sorpresa en el Heraclio Tapia, situación muy complicada pues el equipo huanuqueño apenas perdió un partido jugando de local. ¿Incentivos? Podría ser, pero de que vale incentivar, si nosotros no consolidamos un holgado triunfo en casa, teniendo en cuenta la carencia de gol que tenemos desde hace ya varios partidos.
Este fin de semana termina la fase regular del Descentralizado, y de ser así el panorama es muy complicado. No quiero ser pesimista, al contrario, Alianza tiene material humano para revertir esta situación, pero falta un toque más de confianza y sobre todo concentración. Este domingo, la hinchada debe acudir masivamente a Matute para alentar sin parar al Equipo del Pueblo, que hoy más que nunca necesita de nosotros.
Fotos: Patricia Díaz.
[yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=04RawhO3MtA&feature=player_embedded’]