… sino con concretar. Ayer, el discurso de Gustavo Costas apenas finalizado el partido, fue que Alianza presionó, recuperó el balón e inquietó un varias oportunidades a la defensa de la Universidad de Chile. Lamentablemente, hoy no escribo con dolor por la derrota.
Estoy triste, es cierto, pero lo que siento es impotencia pura, porque ayer, la Universidad de Chile no mereció ganar porque practicamente, durante 84 minutos, fue sometido por la presión aliancista, que en los minutos finales, fue presa de la desesperación y la angustia por no obtener la victoria.
En el fútbol de hoy, gana quien hace los goles y no quien ‘merece’ ganar. Ayer, la U de Chile tuvo una oportunidad clara y la supo aprovechar para llevarse el triunfo a Santiago. No hay más explicaciones que dar.
Lo que sí es impactante, chocante y ya desesperante, es que los goles llegan con errores absurdos. Y que me perdone Vidal Sosa, pero nuevamente nos mató en otro partido de Copa. Escuchaba en la mañana que un jugador extranjero siempre debe marcar la diferencia, pero el paraguayo no lo hace y en los ocho goles que recibió Alianza en la Copa, tres lo han tenido como protagonista.
Muchos podrán defenderlo, pero que regale tres goles, ¿no es ya preocupante?. La U de Chile aprovechó ese fatal instante del defensa de Alianza para matar y dejar moribundo al equipo, que hasta ese momento, fue el equipo que propuso más en el terreno de juego.
No quiero creer que el 4-1 a Estudiantes, fue uno de esos partidos brillantes que se da 1 cada 100000000 veces. No quiero creer que el ‘Zorrito’ Aguirre, esa noche, estuvo con el santo a su lado y ayer, ese mismo santo le dio la espalda a él y a Fernández, pues ayer ambos fueron bien anulados.
Si queremos ganar en Santiago (porque el triunfo es lo único que nos sirve), Sosa debe quedarse en Lima y jugar con Fleitas en la defensa y Vílchez (bueno pues…) en el sector izquierdo. Mantener a Montaño en el once y no sacar a Joel Sánchez, pues considero que el arequipeño no debió ser reemplazado por un inoperante ‘Wally’ Sánchez. Son varias cosas que Costas debe tener en la cabeza de cara al partido de vuelta la próxima semana.
Perdonen lo desordenado de esta entrada, pero tengo en mi cabeza un mar de ideas que me perturban a raíz de esta injusta derrota. Sólo espero que Alianza pueda lograr el milagro de la clasificación, y si no es así, morir con la frente en alto.
[yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=-sBPekxSa1k&feature=player_embedded’]
Los comentarios están cerrados.