El consumo en exceso de alimentos procesados y con alto contenido de sal, azúcar, grasas saturadas y colorantes artificiales, aumenta le riesgo de padecer ataques asmáticos, según Ricardo Lucen, nutricionista del Sistema Metropolitano de Salud.
La instesta de estos alimentos, en especial durante invierno, contribuye a que se agudicen otros males como la rinitis y eczema (afección a la piel).
La ansiedad por comer aumenta en invierno y es común que a uno se le antoje un chocolate o cualquier otro producto procesado que se vende en las bodegas.
«La mayoría de pacientes asmáticos son sensibles a los sulfitos (derivados del azufre que se utilizan como aditivos conservantes de los alimentos), que los encontramos en embutidos, gaseosas, refrescos embotellados, dulces, y aquellos que contienen colorantes», anotó.
Muchos restaurantes usan compuestos a base de sulfitos para evitar la pérdida de color y el crecimiento de bacterias en las ensaladas verdes, las frutas cortadas o rebanadas y mariscos congelados.
«También se puede encontrar esta sustancia en otros alimentos como las frutas deshidratadas”, manifestó el especialista.