Importantes marcas retiran sus productos por ser considerados como un peligro para la salud de los niños, pues día a día, se reciben noticias acerca de la presencia de componentes tóxicos en los juguetes.
¿Ya no se puede comprar juguetes a los niños? Ahora, no solo basta comprar un juguete pensando en la satisfacción del pequeño, sino también pensando con responsabilidad en su salud.
Los más famosos juguetes compiten encarnizadamente en las ventas, pero ¿es seguro que lleguen allí?
Digamos que es seguro siempre y cuando no violen la lista de seguridad. Los peligros van desde la pintura con plomo hasta asfixia por atragantamiento con piezas pequeñas.
¿Cómo reconocer un juguete tóxico?
Debe evitar:
- Juguetes de pinturas brillantes fabricados en la cuenca del Pacífico, especialmente en China por los peligros que implica la pintura con plomo.
- Juguetes de cerámica fabricados fuera de Estados Unidos y de la Unión Europea por la posible presencia de plomo. Por ejemplo, si tus hijos toman té en tazas de cerámica, el plomo de ella podría pasar a la infusión.
- Productos de cualquier país fuera de los Estados Unidos y Europa, como los caramelos mexicanos que han demostrado grandes niveles de plomo.
- Muñecos blandos vinílicos que pueden contener toxinas.
- Juguetes con partes pequeñas que provoque asfixia en los niños pequeños. Los juguetes para niños menores de tres años no pueden contener piezas de menos de 3cm de diámetro y 6cm de largo.
- Juguetes con cuerdas de un largo mayor a 30 cm pues representan un riesgo de estrangulamento para bebés.
- Juguetes magnéticos que pueden ser tragados por los niños.
- Artículos que contengan “ftalatos” o químicos tóxicos, como el xileno, dibutil ftalato, tolueno, benceno, que pueden ocasionar problemas de salud en los chicos.
Expertos sostienen que los padres deben prestar atención a las etiquetas de advertencia, que avisan cuándo y cómo un juguete puede ser peligroso. Asimismo, no deben dejarse llevar ciegamente por lo que diga un cartel en un envase, ya que a veces no se ajustan bien a la realidad.