Un viejo millonario de 80 años, se consigue una novia de 20 y le pregunta a un amigo, ¿cómo me ves?
El amigo le responde:
– te veo como la oreja de la vaca: lejos del rabo, pero cerquita de los cachos…
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En asilo de ancianos hay un viejecito muy contento que le dice al primero que pasa:
– Oye Manolo, hoy es mi cumpleaños, a que no adivinas cuántos años tengo ?
– 83 ?
– No, solo 77.
– vaya viejo como te conservas ! Que cumplas muchos más !
El del cumpleaños sigue andando y se encuentra con otro conocido :
– Pepe, a que no adivinas cuántos años cumplo ?
– 82 ?
– No, 77.
– Enhorabuena amigo!
Y a continuación se encuentra con una viejecita en su silla de ruedas.
– Oye María, a que no sabes cuantos años tengo ?
– Bájate la bragueta. (cierre del pantalón)
– Qué ?
– Qué te bajes la bragueta.
El del cumpleaños se baja la bragueta, María le mete la mano, y tras palpar un rato le dice:
– Pues hoy cumples 77 años.
– Pues si ! Y cómo lo has sabido ?
– Porque te he oído hablar con Manolo y con Pepe.
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En el confesionario:
– Padre, me confieso de que cada vez que veo a un hombre me tiemblan las piernas.
– Pero, cuántos años tienes, hermana?
– 84.
– Ah! Entonces no te preocupes, que eso es reuma.
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Un viejo de ochenta años va al médico a preguntarle si puede tener hijos con su esposa de setenta, y el médico le da un envase de vidrio y le dice que le traiga al día siguiente una muestra de semen. Cuando vuelve:
– Doctor, doctor, que no he podido traerle la muestra de semen.
– Vaya… cómo lo ha intentado ?
– Primero con la mano derecha, después con la izquierda; luego lo intentó mi esposa, primero con las dos manos y luego con los dientes, pero no hubo forma, no hemos conseguido abrir el frasco…