Dos viejitos ebrios, deciden ir a un prostíbulo. Al llegar, la madama los mira bien, llama la
mucama y le dice:
– «Ve a las habitaciones 1 y 2 y coloca una muñeca inflable en cada cama … estos dos viejos están tan borrachos que no
van a notar la diferencia … No voy a gastar a mis muchachas con estos viejos borrachos».
La mucama cumple las órdenes y los dos viejitos van a sus respectivas habitaciones y »hacen la fiesta sexual’
En el trayecto de vuelta a sus casas, uno de los viejos dice:
– ¡Creo que la mujer que estaba conmigo estaba muerta!
– ¿Muerta? Dice el otro. ¿Por qué piensas eso?
– Es que no se movió ni habló mientras teníamos sexo.
– Podia haber sido peor, dijo el otro. ¡Yo creo que la mia era una bruja!
– ¡¡¡¿¿Una bruja???!!! ¿Por qué carajo dices eso?
– Bueno…, lo que pasó es que mientras yo estaba en los preliminares le di una mordida en el trasero, entonces se tiró un pedo en mi
cara, salió volando por la ventana y de remate ¡ se llevó mi dentadura !