Acabó la cena, la familia se va a dormir, pero en la fuente aún quedó el delicioso Pavo de Navidad. Es importante saber aprovechar los restos, que bien pueden convertirse en arte culinario.
Aproveche el Pavo en el desayuno con sanguchitos de Pavo. Para el almuerzo, un arroz hecho con ajo, cebolla, ají, arverjitas y todos los jugos que sobraron del Pavo. En la noche, se puede preparar una sopa criolla con todos los huesos y recortes de carnes que sobraron.
Compartimos algunas opciones para que el Pavito no se desperdicie. Al contrario, para que se convierte en un exquisito platillo post-Navidad.
Spaghettis con base Pavo:
El procedimiento de preparación es sencillo: Hervir la pasta en abundante agua con sal. Mientras, se fríe en la sartén un poco de aceite, zanahoria, apio, cebolla, ajo, pimiento verde, champiñón, tomate natural triturado y salchicha fresca bien picada, todo con un toque de albahaca fresca, perejil y pimienta blanca.
Se deja pasar un poco los ingredientes y el sofrito se une con la pasta, para luego remover a fondo sin olvidar servir con el clásico queso rayado.
Empanada de Pavo:
Para la elaboración de la tradicional empanada, se debe usar: sobras de pavo desmenuzado, base de masa fina, maíz dulce en grano, cebolla roja, pimiento rojo asado, queso provolone o mozzarella, mantequilla, pimentón dulce, sal y pimienta.
Se sofríen todos los ingredientes bien picados. Una vez fría la mezcla, rellenar la empanada y freir en abundante aceite o pasar al horno.
También se puede usar la carcasa del Pavo para preparar un suculento caldo. Se pone en olla con un par de cebollas, ajo, perejíl, apio, zanahoria, etc con mucha agua. Se tapa y se deja cocer a fuego lento durante un par de horas. Al terminar, tirar los restos y quedarse con el caldo solo. Se puede tomar como consomé o congelar en raciones para guisos, sopas y crema de verduras.