El ranfañote es un postre típico limeño, es uno de los dulces más antiguos del Perú, tiene su origen en la colonia, luego de que los españoles introdujeran el azúcar en América. Este postre era considerado ordinario por lo común, de sus ingredientes, que incluye trozos de pan seco y melaza; sin embargo estaba muy difundido en la capital por su fácil preparación y su dulce sabor.
Sobre su origen hay varias teorías, se supone que en la época del virreinato era común remojar el pan en miel de caña; de esta costumbre y añadiéndole algunos ingredientes como queso fresco, fue así, evolucionando e incorporándose los ingredientes ya conocidos, como queso y coco.
La segunda teoría de su aparición es que esclavos negros fueron los autores del postre, usando sobras de comida de sus amos, como pan tostado, queso y coco crearon el sencillo pero agradable ranfañote.
La primera mención de este dulce se aprecia en un cuadro del siglo XIX llamado «Ranfañote» que se encuentra en el «Museo de Limeñadas», también podemos recordar el título de la tradición de Ricardo Palma titulada «Pan, queso y raspadura» que probablemente hacía referencia a un antecedente del postre.
El ranfañote se comercializa en San Miguel, Tina Reyes dueña de una dulcería, vende además de ranfañote una gran variedad de postres limeños como mazamorra de cochino, dulce de camote y de higos, su postre fue ganador en la Primera Bienal astronómica Peruana realizada hace unos años en el Museo de la Nación.
El postre a base de pan tostado, miel de chancaca, frutos secos, pecanas, nueces, almendras y coco; que estuvo a punto de perderse en el tiempo, porque su receta no fue muy difundida, fue uno de los más solicitados en la feria Mistura.