A los ocho años, todo niño vive la edad del juego, la ilusión y algunos sueños. Pero, el caso de Harli Jordean es distinto, pues a esa edad, ya maneja no sólo su empresa, sino una cuenta millonaria en la billetera.
Lleva ya dos años dirigiendo su portal de internet de venta de bolitas de vidrio, conocidos como ‘canicas’ en Londres. Empezó, vendiendo su colección de canicas entre sus compañeros de colegio, pero cuando su madre no fue capaz de encontrar un portal en el que pudiese conseguir nuevas bolitas por Internet, el hijo le rogó que le permitiera abrir su propio sitio web.
Ahora, la compañía gana miles de dólares al año e incluso recibe órdenes de los Estados Unidos.
«Me encantan las canicas de vidrio y me encanta tener mi propia compañía», dice Harli.
Lo que también le gusta es ser jefe, en este caso de su madre y de sus dos hermanos, a quienes tuvo que contratar para ayudarle a cumplir con todos los encargos de clientes.
Sus aspiraciones van más allá de tener un portal en Internet:
«Mi sueño es tener una cadena de tiendas como Hamleys (una famosa jugatería de Londres). Será una de las juqueterías más grandes del mundo en la que se venderán toda clase de bolitas de vidrio», asegura.
Tina, su madre, indicó que Harli vive con una obsesión por las canicas desde que tenía seis años de edad, al punto que solía dormir con ellas bajo su almohada.
«La última cosa de lo que habla nates de meterse a la cama son las bolitas de cristal y son lo primero que menciona cuando se despierta»
Al parecer, tal era su obsesión que empezaron a llamarle el Rey de las Bolitas de Vidrio, y naturalmente, así es como bautizó su portal de Internet.