El Suri en Iquitos es uno de los ‘potajes’ más reconocidos de la Amazonía, Lo curioso es que, no se trata de carne de cerdo, vaca o pollo. Lo que entra al estómago del comensal es un sabroso ‘GUSANO’.
El “suri” es un gusano que crece en la parte central de los árboles de aguaje, cuando éstos entran en descomposición luego de ser cortados. Son de aspecto blanco, muy grasosos, con tenazas en la cabeza que utilizan para comer la pulpa del árbol de aguaje, de la que se alimentan.
Una ciudadana italiana, de paseo por Iquitos, comentó: ‘‘Me habían explicado que deben derribar un árbol de aguaje y esperar unas semanas para que puedan observarse estos gusanos en el centro del tallo. Se seleccionan a los más gorditos y sabrosos’’.
Hace unos años, a este servidor le tocó conocer Iquitos, y sabía lo que me esperaba. Un lugar exótico y generosamente beneficiado en términos gastronómicos, pues es un punto y aparte de lo que se conoce en cuanto a comida peruana.
Aquella vez, iba con la cabeza en que lo primero que iba a probar sería el afamado tacacho con cecina. Y me llamó la curiosidad, unos gusanitos que estaban en el aparador del restaurant. Pensé que eran mascotas, pero el que atendía, muy suelto de huesos dijo: ‘‘¿Quiere comerlo frito?’’.
Ahí conocí el Suri, servido frito y como si fuese anticucho. Al principio sentí estragos y un hormigueo en la barriga. Pero lo probé y la experiencia no fue tan mala que digamos. En sí, la Selva tiene un sinfín de cosas con que sorprendernos, y el Suri no es la excepción.
Así que, no todo gusano es malo y feo.
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