Bajo el slogan »Ponga una gallina en su vida», Eduardo Otxoa decidió ofrecer a sus gallinas en alquiler y con opción de compra. Y los resultados fueron positivos para este habitante de la ciudad de Navarra (España) pues en medio año, ha logrado facturar 26 000 euros.
»Siempre he vivido con animales, y eso exige mucho trabajo. Y siempre estás pensado qué podrías hacer para sacarles partido», refirió Otxoa, quien decidió alquilar a sus gallinas ponedoras utilizando una página web.
Animado por un australiano, quien también alquilaba sus gallinas y que facturó 500.000 dólares durante el 2008, Otxoa creó una red de distribuidores. El alquiler de una gallina, con jaula, bebedero y comida incluídos, vale 63 euros por mes. Las aves tienen alrededor de un año y están en completas facultades para poner un huevo diario, que según Otxoa »no se encuentran fácilmente en los supermercados».
El mes de alquiler es también un período de prueba para la gallina. Una vez conluído el contrato, el cliente tiene la opción de quedarse con el animal con un desembolso de 168 euros, manteniendo la infraestructura y además, adquiriendo una gallina extra.
El negocio de Otxoa ha registrado las siguientes ganancias: unas 400 gallinas vendidas y 60 alquiladas. Así, hasta los 26.000 euros de beneficios que ha generado en apenas 6 meses.
José Antonio Marcos, tripulante de vuelo de 50 años, hace unos 20 días se embarcó en la misma aventura que Otxoa.
Él cuenta con 12 gallinas en su granja ubicada en Madrid. También desde su página web ha lanzado ofertas de 49,90 euros al mes y 150 por la compra, pero ha abierto el negocio a patos, pavos y cerdos vietnamitas. Aparte, ha creado una jaula con un tamaño que permitirá su instalación en terrazas, para poder abrir un mercado en la ciudad.