La intervención del cuerpo policial se debió a las llamadas de varias personas que decían haber visto un tigre blanco en un prado en Hedge End, próxima a la ciudad costera de Southampton.
Los efectivos del orden solicitaron los servicios de un especialista de un zoológico local para que, con dardos tranquilizantes, pueda dormir a la »fiera». El cuidador reunió rápidamente a un equipo de especialistas para atrapar al felino, pero antes de entrar en acción, recibió la llamada de la policía: odía quedarse en casa porque el tigre en cuestión era de juguete.
Con la característica flema inglesa, el informe de la policía describe que “después de un breve sobrevuelo por la sabana de Hedge End resultó obvio que el animal era en realidad un juguete de tamaño real”.
Ahora la policía local trata de averiguar si se trata del “gatito piloto” logrado por alguien en una feria y abandonado allí, o tal vez parte de una broma más elaborada, con intención de movilizar un helicóptero de la policía y, por qué no, aguar la jornada a los golfistas del campo anejo.