El cadáver de un rico hacendado argentino fue robado del cementerio cuando iba a ser sometido a una prueba de ADN, en el marco de un extraño caso por el litigio de dos supuestos hijos por una herencia de 35 millones de dólares, reveló este viernes una fuente judicial.
El féretro en el que fue enterrado José Reggiardo, fallecido en julio de 1998 a los 73 años de edad al caer el helicóptero que pilotaba, había sido retirado de un cementerio el martes y llevado a una morgue de Gualeguay, en la provincia de Entre Ríos (este), donde había amasado su fortuna.
Pero la sorpresa llegó al levantar la tapa del cajón, cuando los peritos forenses descubrieron la desaparición de los restos, dijo la fuente judicial.
El traslado del cuerpo para la prueba era el cuarto que se realizaba en los últimos diez años, bajo un estricto operativo de seguridad que incluyó la presencia de diez policías.
Reggiardo nunca se casó y no se le conocían herederos en vida. La prueba genética había sido solicitada por un juez que pretendía compararla con el patrón genético de María Angélica Godoy, una maestra de 33 años, que asegura ser hija de Reggiardo, y presentó documentos que atestiguarían ese lazo, pero que están siendo investigados por un tribunal.
El otro presunto heredero que reclama a la justicia es Mario Calderón, que a diferencia de Godoy, tiene a su favor cuatro pruebas de ADN que le dan un 99,99% de coincidencias genéticas.