La robot I-Fairy de coletas de plástico y ojos brillantes realizó su primer casamiento en Tokio , Japón. La I-Fairy mide 1,5 metros (cuatro pies) de alto y no puede ponerse de pie, pero sabe hablar muy bien.
«Por favor, levante el velo de la novia», afirmó mientras movía los brazos y los recién casados se besaban frente a 50 invitados.
La boda se realizó en un restaurante en el parque Hibiya en el centro de Tokio en 2010, donde la I-Fairy traía una corona de flores como adorno en la cabeza.
«Fue muy divertido. Me parece que los japoneses tienen un sentido claro de que los robots son nuestros amigos. La mayoría de las personas especializadas en robots entienden esto, pero en general la gente quiere que los robots estén cerca para que cumplan una función», dijo la novia, Satoko Inoue, de 36 años.
«Me gustaría que la robot fuera un poquito más inteligente, pero se expresa muy bien», dijo el recién casado Tomohiro Shibata, de 42 años, profesor de robótica en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Nara en el centro de Japón.