Un nuevo escándalo remece a la Iglesia Católica en el Perú. El sacerdote de la Parroquia Medalla Milagrosa de Trujillo José Antonio Boitrón Solano, fue sorprendido manteniendo relaciones sexuales con Teodolinda Amaya Altamirano, trabajadora suya en la sede eclesiástica ubicada en la urbanización San Andrés en Trujillo.
Y fue el esposo de la empleada quien descubrió lo que ambos personajes hacían fuera del altar. Con cámara en mano, acudió a la sede parroquial y los encontró en pleno acto sexual, grabándolos a escondidas por unos segundos para luego interrumpirlos en la habitación.
El esposo recriminó a su mujer por el engañó y también encaró a Boitrón Solano, quien le pidió calma y afirmó que cayó en una trampa, mientras reconocía su falta al mismo tiempo.
Este hecho sucedió en Setiembre pasado, y como consecuencia, Teodolinda Amaya fue despedida de la Parroquia tras 15 años de labor en ella. Lo peor de todo es que está embarazada de 4 meses, aduciendo que el Padre José la acosó sexualmente y la obligó a satisfacer sus más bajos deseos carnales.
Mientras tanto, José Boitrón Solano continúa oficiando el sagrado sacramento como si nada hubiera sucedido. Apenas salió a la luz este escándalo, pidió perdón a los vecinos y autoridades eclesiásticas por su comportamiento. Eso sí, negó que el niño que Amaya lleva en el vientre sea suyo, por lo que pedirá someterse a una prueba de ADN para descartar esa posibilidad.