Hace unos días, se logró un paso importante para terminar con la cruel caza de ballenas en el mundo, luego de décadas en que Japón, a pesar de la prohibición internacional para la esta actividad con fines comerciales, argumentaba la captura de cetáceos con supuestos fines de estudios científicos.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU dictaminó que el país nipón queda prohibido de capturar y matar a estos animales en el océano Antártico. El caso fue presentado a la corte por Australia, Nueva Zelanda y grupos ambientalistas y es una victoria para la recuperación de esta especie, duramente menguada en el siglo XX debido a su explotación.
Fines científicos en tela de juicio
La caza comercial de ballenas esta prohibida desde 1982, por iniciativa de la Comisión Ballenera Internacional para la conservación de esta especie. sin embargo el artículo VIII de la Convención permitía la captura para fines científicos y fue así que Japón continúó cazando a estos cetáceos aduciendo estudios de índole científica que siempre fueron puestos en tela de juicio por algunos países como Australia que los denunció ante la Comisión en el 2010.
Es así que este mes, el tribunal revocó los permisos especiales que se le otorgaron a Japón para capturar a las ballenas por el JARPA II señalando que dicho programa no tiene fines científicos.
La Corte Internacional lanzó este veredicto al que llegó por la inconsistencia entre el número de muestras de la especie que aumentó con relación a la primera parte de su programa, por lo que se llegó a la conclusión que Japón hacía pasar por investigaciones lo que en realidad era la captura para uso comercial.
La caza comercial de ballenas
La caza de ballenas tiene muchos años de antigüedad, en los primeros tiempos se cazaban pequeños cetáceos cercanos a la costa, en la era industrial la caza se extendió sobre todo en Europa y Rusia para la elaboración de una serie de productos.
Los productos que obtiene las industrias comerciales por la caza de ballenas son aceite, espermaceti ingrediente de cosméticos, hígado para medicamentos, hormonas y el mínimo porcentaje para carne.
Consecuencias del dictamen
Japón ha aceptado la resolución y prepara las acciones cumplir con el dictamen. Aunque el país mantenía dos programas para la caza de ballenas, el del océano Antártico, que es el que ya no seguirá y el del Pacífico Norte, que lamentablemente, aún continúa.
Sin embargo, no se puede negar la importancia de esta medida de la CIJ que puede sentar un precedente para acabar por completo con esta actividad.