Dejar los pañales es una meta muy importante tanto para el niño como para los padres, conseguido el objetivo el niño se sentirá más cómodo y con mayor movilidad.
El momento en que se debe quitar los pañales a los niños depende de la maduración de sus esfínteres generalmente entre los 18 y 36 meses, hay niños que lo pueden conseguir antes de los 18 meses y otros que no lo hacen hasta pasado los 3 años los cuales tienen un problema adicional para aprender a orinar, acostumbrarse a la taza.
Las siguientes características nos indicarán que el niño está preparado para orinar:
- Caminar durante 6 meses.
- Tiene capacidad de esperar su turno y es tolerante.
- Tiene capacidad de jugar solo por lo menos cinco minutos.
- Puede subirse y bajarse los pantalones sin ayuda.
- El pañal se mantiene totalmente seco durante 3 horas y cuando lo moja lo hace de una sola vez.
- Le incomoda el pañal mojado.
- Da señales de querer orinar, cruzando las piernas, saltando, escondiéndose, tocándose, etc.
Cuando el niño esté preparado para dejar los pañales, no hay vuelta atrás, la decisión debe ser definitiva y no usar pañales ni para salir a la calle. También es otro error cargar con botellitas o potes para que los niños orinen al estar de paseo, porque esta comodidad evitará que el niño sepa identificar el momento en que debe acudir al baño y no hacerlo en el último minuto.
No es recomendable dar este paso cuando el niño se encuentra o está cercano a un evento significativo para él como el nacimiento de un hermano, la mudanza de domicilio, el fallecimiento de un ser querido o su mascota, etc., este tipo de eventos necesariamente pondrán nervioso al niño y le costará más trabajo controlar la orina.
Un consejo para que el niño se identifique con el hecho de dejar los pañales de llevarlo a escoger y comprar su taza o adaptador para el baño, deja que tu hijo lo inspeccione teniéndolo en su dormitorio como un juguete más, cuando ya se haya familiarizado con él explícale qué es, para qué sirve y enséñale a usarlo reemplazando el pañal por ropa interior y cada hora decirle que va a ir a hacer pis o popó sentándolo en la taza. No lo dejes sentado más de cinco minutos, si no hiciera nada, no le des importancia sólo ayúdalo a subirse los pantalones y punto; por otro lado, si hiciera algo, felicítalo pero sin hacer mucho alboroto. Conforme vaya acostumbrándose a hacer sus necesidades en la taza ve alargando el tiempo para llevarlo al baño hasta que él mismo te lo pida.
Los escapes involuntarios son inevitables en esta etapa, no debes regañarlo de ninguna manera porque sólo conseguirás ponerlo nervioso y demorará más el proceso, debes tener mucha paciencia en este reto.
Cuando ya pueda controlar sus esfínteres durante el día es el momento de ayudarlo a hacerlo por las noches, estate atenta para cuando deje de mojar el pañal durante la noche y al pasar una semana de ello será el momento de quitarle el pañal.
Los comentarios están cerrados.