Estudio afirma que niños menores de dos años no deben ver televisión

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Para muchos padres de familia, es tentador sentar a sus hijos pequeños al frente del televisor, especialmente si los programas o videos se anuncian como «educativos».

La Academia Estadounidense de Pediatría, advirtió en el 2011 que los programas o DVD dirigidos a menores de dos años y que se anuncia como educativos, no tienen ninguna utilidad para estimular las capacidades cognitivas y sociales del infante, indicó la organización.

Además, agregó que podría tener un impacto negativo en su desarrollo.

El organismo acaba de publicar nuevas recomendaciones sobre el uso de los medios de comunicación en los menores de dos años. Y su conclusión es: la televisión no es buena para estos niños. Probablemente hasta es mala.

El informe, presentado durante la conferencia anual de la AAP en Boston, no encontró evidencia de que estos programas ayuden a los niños en su desarrollo intelectual o social.

Esto se debe simplemente a que los niños no pueden entenderlos. «Estos primeros años son cruciales para el desarrollo del niño» dice la AAP.

«Y nos preocupa el impacto de los programas de televisión dirigidos a los menores de dos años porque pueden afectar el desarrollo del niño».

«Los pediatras nos oponemos firmemente a esta programación dirigida, especialmente cuando se utiliza para promover juguetes, juegos, muñecos, alimentos insanos y otros productos para infantes», señala el organismo.

Según la AAP la pantalla de TV limita el juego creativo del niño y reduce la interacción con sus padres o con otros niños. La TV también puede interrumpir sus rutinas de sueño o alimentación, los cuales son procesos críticos en el desarrollo del infante.

La AAP publicó en 1999 sus primeras recomendaciones sobre el uso de los medios de comunicación en los menores de dos años y ya entonces había concluido que era mejor no utilizarlos. Desde entonces se han llevado a cabo varios estudios sobre el impacto de la televisión en este grupo de edad.

Deportes ideales para niños pequeños

Entre los 03 y los 06 años, los niños pueden tener su primer contacto con el deporte. Pero, se debe tener en cuenta que es poco probable que acaten las reglas, pero lo importante es que aprendan y se diviertan con actividades que impliquen movimiento.

¿Cuáles son los beneficios del pre deporte?

El Deporte para los niños ayuda a los más pequeños a desarrollar su motricidad, la coordinación, el control de las posturas y el equilibrio. Además, da unos patrones básicos que les servirán en la práctica de cualquier deporte cuando sean mayores.

Los juegos pre deportivos mejoran la percepción, el sentido del equilibrio y el ritmo de los niños con ejercicios como saltar, girar, desplazarse, trepar, llevar objetos, etc.

Estas actividades son importantes para el aprendizaje de las habilidades sociales, pues fomentan la relación del niño con sus compañeros, les permiten experimentar la integración en un grupo y aprenden reglas de juego que deben aceptar.

Además, es importante que los responsables de guiarlos en los ejercicios, los cambien constantemente de rol dentro del juego. Por ejemplo, para que todos los niños se relacionen entre sí y desempeñen todas las funciones posibles (perseguidor y perseguido, portero y goleador…).

¿Qué deportes son ideales en esta etapa?

Artes Marciales: Las artes marciales contribuyen al desarrollo físico y emocional del niño y le enseñan disciplina y respeto. Fomentan las relaciones sociales y la concentración. El taekwondo puede iniciarse a los 4 años.

Pre-Tenis: A partir de los cuatro años, el niño puede ir practicante este deporte con materiales adaptados y sin necesidad de competir.

Ballet: A partir de los cuatro años, las niñas pueden aprender a controlar sus movimientos, potencia. flexibilidad y resistencia. Fomenta la aceptación de desafíos y expresividad.

Natación: A partir de los tres años, el niño puede empezar a nadar solo. Esta disciplina le aporta seguridad, mejoras en la psicomotricidad y fortalece su capacidad respiratoria.

Juegos de Grupo: Se empiezan a practicar a partir de los cuatro y les ayudar a aprender las habilidades sobre cómo botar un balón o tirar a la portería. Incluye fútbol, basket y voley.

Atragantamientos en los niños

Siempre es una alegría para los padres ver que sus niños ya saben caminar, pero también tiene un peligro cuando ellos aprovechan ese avance en su etapa de vida para explorar varias experiencias.

Las monedas son los ‘objetos’ preferidos por los pequeños, seguido de juguetes pequeños, globos, trozos de revistas, jabón, plastilina.

La desesperación y preocupación de los padres es entendible, pero en el 80% de los casos, el objeto pasa a través del sistema digestivo y se elimina junto con las heces. Cuando es un objeto punzante, el niño sufre un atragantamiento por lo que se deben tomar medidas de seguridad.

Monedas:

A los niños les fascinan los objetos redondos y brillantes. Al no tener bordes, la mayoría pasan por el tracto intestinal sin más y se eliminan a las 24 y 36 horas con las heces.

Si se las tragan, se debe pedir una cita con el pediatra para que éste siga los movimientos de las monedas por el tubo digestivo con sucesivas radiografías.

Pilas de Botón:

Su ingesta si se considera una urgencia médica porque contienen sustancias tóxicas como el mercurio, zinc o litio; los que pueden producir una quemadura importante de la mucosa gástrica o esofágica.

Si se las tragan, se debe acudir a urgencias para sacar el objeto peligroso lo más rápido posible.

Frutos Secos:

Este tipo de alimentos (como el maní), deben estar prohibidos en la dieta de los niños, pues al no estar acostumbrados a triturarlos de manera adecuada, se corre el riesgo de que pasen de la boca a las vías respiratorias, lo que puede generar un atragantamiento y asfixia.

Tampoco deben consumir aceitunas con hueso, cerezas, chicles ni caramelos y, con precaución y bajo supervisión paterna, alimentos como salchichas, calamares, pulpo o palomitas de maíz.

Recuerde que:

Un niño puede estar asfixiándose y necesitar ayuda inmediata si:

  • No puede respirar
  • Jadea o boquea, haciendo esfuerzos para respirar
  • No puede hablar, llorar ni emitir sonidos
  • Se pone azul
  • Se sujeta la garganta o agita los brazos
  • Parece aterrado

Ante situaciones de asfixia en niños, es recomendable:

  • Si un niño se está asfixiando y tosiendo pero puede hablar y respirar, la vía respiratoria no está completamente obstruida y es mejor no hacer nada. Probablemente el niño se encontrará bien tras un buen ataque de tos. No intente sacarle el objeto de la garganta o de la boca ni tampoco darle palmadas en la espalda. Cualquiera de estos pasos podría empujar el objeto todavía más abajo en la vía respiratoria y empeorar la situación. Acompañe al niño y mantenga la calma hasta que termine el episodio.
  • Si un niño está consciente pero no puede respirar, hablar ni hacer ruidos o se está poniendo azul, la situación requiere los empujes abdominales de la maniobra de Heimlich. Inicie los empujes abdominales, si ha recibido preparación al respecto. Si no lo ha hecho ni hay otra persona que pueda realizarlos, llame al número de emergencia y pida ayuda.

 

La temporada de invierno en los niños

El invierno empezó y por ahora, no tiene clemencia entre la población. Sus potenciales víctimas son los niños, quienes están propensos a los tan temidos resfríos, que de no prevenirlos, traerían severas consecuencias.

Tenemos algunas claves para proteger a los más pequeños de la casa y evitar que sufran enfermedades.

Cuidado:

Uno de los virus comúnes del frío es la gripe. Para evitarla, hay una vacuna que se ofrece a los niños entre los seis meses y los cinco años de edad. Entre las bacterias que se deben combatir está el Neumococo Polisacárida.

Otro cuidado a tener el cuenta son los aparatos que se emplean para el calentamiento ambiental durante el invierno. El uso de estufas, calentadores y la propia leña, tienen sus beneficios, pero al mismo tiempo sus riesgos como quemaduras e intoxicación. Es preferible abrigar a los niños adecuadamente y no mantener ninguna fuente de calor encendida durante la noche o las horas de sueño

Protección:

Acceder a las vacunas, evitar los lugares cerrados y con mucha gente, además de no llevar a los niños enfermos al nido o escuela, son recomendaciones más que importantes.

Abrigo:

Se debe emplear ropa de acuerdo a la temperatura exterior, incluyendo gorro, bufandas y guantes, además de la ropa de abrigo común, que se debe quitar cuando se entra a un ambiente con calefacción.

Alimentación:

La importancia de la lactancia se debe tener siempre encuenta, si esta es posible en los niños en forma exclusiva hasta los seis meses y para los que ya comen, deben beber agua y jugos de fruta natural tal y como lo hacen en verano, más aún si están enfermos.

En la alimentación diaria se debe incluir frutas, verduras, carnes, cereales, en los primeros dos años de la vida.

¿Qué hacer en caso de asfixia en niños?

Cuando un niño se está ahogando o asfixiando, es porque un alimento o un juguete, se le ha quedado alojado en la traquea e impide que el aire fluya con normalidad desde y hacia los pulmones.

La traquea esta protegida por un pequeño colgajo o pliego de cartílago llamado epiglotis. La traquea y el esófago comparten un orificio en la parte posterior de la garganta, y la epiglotis actúa a modo de tapa, cerrándose sobre la traquea cada vez que la persona traga. Eso permite que los alimentos pasen hacia el esófago e impide que bajen por la traquea.

Pero, hay momentos en que la epiglotis no se cierra de prisa y los objetos se cuelan o deslizan por la traquea.

En la mayoría de los casos, el alimento u objeto bloquea la traquea parcialmente y es probable que sea expulsado tosiendo y la respiración se vuelva a restablecer. Un niño que se atraganta, se podría recuperar sin ayuda, aunque no deja de ser un momento complicado para un padre o una madre.

En algunas oportunidades, el objeto puede entrar en la traquea y obstruir por completo el paso del aire. Si el flujo del aire queda obstruído y el cerebro deja de recibir oxígeno, la asfixia por aspiración se puede convertir en una emergencia que incluso, puede poner en peligro la vida del niño.

Un niño puede estar asfixiándose y necesitar ayuda inmediata si:

  • No puede respirar
  • Jadea o boquea, haciendo esfuerzos para respirar
  • No puede hablar, llorar ni emitir sonidos
  • Se pone azul
  • Se sujeta la garganta o agita los brazos
  • Parece aterrado

En estos casos, se debe proceder con los empujes abdominales de rescate, conocido como «maniobra de Heimlich».

Ante situaciones de asfixia en niños, es recomendable:

  • Si un niño se está asfixiando y tosiendo pero puede hablar y respirar, la vía respiratoria no está completamente obstruida y es mejor no hacer nada. Probablemente el niño se encontrará bien tras un buen ataque de tos. No intente sacarle el objeto de la garganta o de la boca ni tampoco darle palmadas en la espalda. Cualquiera de estos pasos podría empujar el objeto todavía más abajo en la vía respiratoria y empeorar la situación. Acompañe al niño y mantenga la calma hasta que termine el episodio.
  • Si un niño está consciente pero no puede respirar, hablar ni hacer ruidos o se está poniendo azul, la situación requiere los empujes abdominales de la maniobra de Heimlich. Inicie los empujes abdominales, si ha recibido preparación al respecto. Si no lo ha hecho ni hay otra persona que pueda realizarlos, llame al número de emergencia y pida ayuda.

 

Ojo con la postura de los niños al sentarse en los colegios

Cada vez que el año escolar  se inicia  hay un tema que  tener en cuenta, si de la salud de los niños se trata, es la postura de los niños al sentarse en su escritorio o mesa de trabajo.

En los últimos años, se han reportado varios casos de dolor de espalda en los escolares, niños y adolescentes, como consecuencia de la mala postura el sentarse, tanto en el aula como en el hogar, cuando realiza las tareas escolares.

De acuerdo a cifras brindadas por el área de Ergonomía del Instituto Nacional de Salud, los niños pasan en la escuela alrededor de mil horas por año sentados frente a su escritorio o mesa de trabajo, por lo que una mala postura constituye un factor de riesgo para su columna vertebral.

La forma de caminar, de permanecer de pie, de estar sentado, de transportar la mochila, sean correctas o incorrectas, contribuyen a mantener una estática corporal buena o mala.

La educación postural en los estudiantes es muy importante, pues ellos se encuentran en una etapa de crecimiento donde las actividades que realizan, van a repercutir especialmente en su estructura corporal.

Algunas recomendaciones son las siguientes:

  • Sentarse adecuadamente
  • En clase o al realizar las tareas en casa deben mantener una postura erguida y alineada.
  • La postura correcta es cuando el niño puede apoyar los pies en el suelo y mantener las rodillas al mismo nivel o por encima de las caderas. Si los pies no llegan al suelo, colocar un taburete para posarlos.
  • Mantener la espalda recta y apoyada firmemente en el respaldo de la silla.
  • Ocupar todo el asiento con los glúteos.
  • Evitar los giros parciales repetidos, es preferible girar todo el cuerpo a la vez.
  • Antebrazos apoyados en la mesa formando ángulo recto con los brazos.

Delante de la computadora

  • La pantalla debe estar a unos 45 centímetros de distancia (ojo – pantalla), y la altura debe estar al nivel de sus ojos o ligeramente por debajo.
  • El teclado debe estar bajo, para no levantar los hombros y para poder apoyar los antebrazos en la mesa.
  • La inclinación del teclado sobre la mesa no debe superar los 25º.
  • Las muñecas y los antebrazos deben estar rectos y alineados con el teclado.
  • Si usa prolongadamente el ratón (mouse) se debe alternar cada cierto tiempo la mano (derecha e izquierda)
  • La iluminación debe ser natural y en todo caso se deben evitar los reflejos en la pantalla.

Al escribir en la pizarra

Deberán hacerlo a una altura adecuada (evitar escribir demasiado alto o muy bajo, ya que lleva a adoptar posturas forzadas para la columna).

Al escribir/ leer

Al escribir y leer, se deberá mantener una postura erguida y alineada evitando inclinar demasiado la espalda y cuello.

Al estar sentados con una mesa de trabajo delante, hay que procurar que ésta esté próxima a la silla. Así evitaremos tener que inclinarnos hacia adelante. Es importante que el tamaño sea adecuado a la estatura, evitando especialmente las mesas bajas que obligan a permanecer encorvado.

Se considera un tamaño adecuado si el tablero de la mesa nos llega, una vez sentados, a la altura del esternón.

Evitar los asientos blandos, los que no tengan respaldo y aquéllos que nos quedan demasiado grandes o pequeños. Igualmente, se evitará sentarse en el borde del asiento, ya que deja la espalda sin apoyo, o sentarse inclinando y desplazando el peso del cuerpo hacia un lado.

Evitar las posturas demasiado erguidas (militar) o relajadas de la columna.

Para levantarse de una silla, primero apoyar las manos en el reposa brazos, borde del asiento, muslos o rodillas; luego, desplazarse hacia el borde anterior del asiento, retrasando ligeramente uno de los pies, que sirve para apoyarnos e impulsarnos para levantarnos. Debemos evitar hacerlo de un salto, sin apoyo alguno.

Para sentarse usar los apoyos y dejarse caer suavemente. No hay que desplomarse sobre el asiento

Para vestirse se procurará estar sentado para ponerse los calcetines y zapatos, elevando la pierna a la altura de la cadera o cruzándola sobre la contraria, pero manteniendo la espalda recta. Para atarse los pasadores de los zapatos, agacharse con las rodillas flexionadas, elevar el pie y apoyarlo en un taburete o silla.

Los niños caprichosos

Los niños caprichosos son fáciles de identificar debido a las típicas conductas que podemos encontrar en ellos: tirar juguetes, pegar o empujar a otros niños, desorganizar un grupo y no participar en diversas actividades grupales.

Estos niños, por su actitud, generan rechazo en los demás. Este comportamiento, puede ser producido por factores varios como carencias de afecto, falta de límites, estimulación y atención, violencia verbal o física en el hogar o en el ámbito en que se desarrollan.

El tratamiento adecuado a la edad y problemática del niño caprichoso, podrá ser atenuado con la labor colaborativa de padres y profesionales, contando con la compañía del entorno familiar, social, educativo y por momentos pedagógico. La indiferencia genera conflictos mayores como mentiras y hasta delincuencia y alcoholismo.

Utilizar el ‘no’ no es un trauma y no implica la frustración en la que estaba haciendo sino una responsabilidad nuestra como adulto frente a una situación peligrosa o indebida para su edad.

Tienes que tener en cuenta si rechazan límites, no quieren participar de juegos en grupo y si lo hacen, solo les interesa ganar. Esos son indicios de que algo no funciona bien.

Como padre debes guiar en el camino de la vida de tus hijos donde el diálogo, el abrazo, el compartir sean un puente al descubrimiento del vínculo sano y humano.

¿Qué detalles debemos tener en cuenta para adquirir un coche para bebés?

Para los padres primerizos, resulta un poco tedioso la labor de escoger los primero implementos como la cuna, la cómoda, la ropa, decoración y el coche. Precisamente nos centraremos en este tema.

Un coche de paseo debe tener las siguientes características:

Cinturón de seguridad de 5 puntos: Los coches que tienen este tipo de cinturones presentan una mayor seguridad para el bebé en caso se llegue a volcar. El niño permanecerá asegurado al asiento, haciendo hincapié en el pecho y la cintura. Para que funcione de la manera correcta, se debe ajustar el cinturón al cuerpo del bebé de manera que le quede cómodo más no flojo. No olvidar asegurarlos pues ellos son muy inquietos y ante cualquier descuido, pueden caer del coche.

Asiento reclinable: Los bebés recién nacidos deben permanecer en asientos que se reclinen completamente, pues los músculos del cuello no están desarrollados por completo. De todas maneras, pese a que esté más grandecito, es más cómodo que el asiento permanezca reclinado en caso se queden dormidos o quieran descansar.

Sombrilla amplia: Si vives en un lugar con sol en exceso o lluvia, es indispensable una buena sombrilla en el coche. Debe ser ancha y que cubra por lo menos su cabeza, hombros y brazos para que esté protegido del clima.

Manejo fácil: Un cochecito debe ser fácil de doblar y guardar sea en la maletera o en el clóset. Deben tener también buenos frenos y una canastilla que sea de fácil alcance y uso. No olvide que todos estos consejos los puede seguir en la misma tienda donde adquiera el coque, para que así no hayan problemas en caso se pruebe en el hogar.

Medida del coche: Este procedimiento debe cumplicarlo con el coche abierto y cerrado, asegurándose que quepe en el auto o en el closet.

Coche sin muchas piezas de plástico: Las partes de metal ofrecen una vida más útil. Muchos fabricantes ofrecen extras como posa vasos, sombrillas, accesorios, etc. No las compre porque hace que el coche sea más pesado y aumente también su costo.

Investigue antes de adquirir uno: Internet es importante para saber qué coche se desea comprar. Mire e investigue sobre fabricantes y que los coches sean apropiadas para la edad, altura y peso del bebé, además de las especificaciones de peso, tamaño, y el cumplimiento de los requisitos de seguridad.

Consejos para elegir la mochila ideal para el colegio

mochilaDurante la temporada escolar. La mayoría de padres se preocupan en elegir los útiles escolares adecuados, y lo mismo sucede con las prendas para asistir a clases. Sin embargo, el accesorio fundamental para el transporte de los útiles del niño o adolescente no suele tener la misma atención y cuidado.

Recuerde que la mochila transportará durante un largo periodo los útiles y materiales de trabajo del centro de estudio. Los dolores de espalda son comunes cuando la mochila no equilibra el peso de forma adecuada.

Se recomienda que el peso que transporta una mochila uno debería sobrepasar el 10% del peso del niño. Así que primero se tiene que racionalizar la cantidad de materiales que se transporta. El estudiante debe llevar sólo lo necesario para su día de estudio.

Otro factor importante es el material con que el que está hecho la mochila y la funcionalidad de ésta. Hoy en el mercado existen diversos tipos de mochilas, pero no todas son las ideales. Crepier Stores, da algunas recomendaciones para tener en cuenta al momento de comprar una mochila:

· El tamaño de la mochila debe ser de acuerdo al tamaño del niño. No debe sobrepasar la superficie de la espalda.
· Elija una mochila anatómica. Con tirantes acolchados y regulables, lo que facilita que se amolde al cuerpo y permita un mejor movimiento.
· Las mochilas anatómicas también deben contar con el espaldar acolchado.
· Asegúrese que la mochila tenga varios compartimientos o bolsillos. Esto será muy útil al momento de distribuir el peso.
· Para las mochilas con ruedas, la manija de arrastre debe ser anatómica y el brazo deslizable deber ser curvo. Esto permite un mejor equilibro del peso.
· Las ruedas deben ser selladas para prevenir averías por el agua, suciedad y barro.

Por eso, antes de escoger una mochila con los colores, el personaje o dibujo animado de moda, fíjese en la calidad de los materiales, que sea anatómica y sobre todo funcional.

Consejos para educar con disciplina a nuestros hijos

Para educar de manera eficaz a nuestros hijos debemos marcar las reglas en casa con el objetivo de cumplirlas. El secreto es hacerlo de manera coherente y con firmeza. Una de las consecuencias educativas de una falta de habilidad a la hora de establecer las normas y de marcar los límites puede ser la falta de respeto, que se produce cuando hablamos demasiado, exageramos en la emoción, y en muchos casos, nos equivocamos en nuestra forma de expresar con claridad lo que queremos o lo hacemos con demasiada autoridad.

Cuando necesitamos decir a nuestros hijos que deben hacer algo y «ahora» (recoger los juguetes, irse a la cama, etc.), debemos tener en cuenta algunos consejos básicos:

1. Objetividad. Es frecuente escuchar en nosotros mismos y en otros padres expresiones como «Pórtate bien», «sé bueno», o «no hagas eso». Estas expresiones significan diferentes cosas para diferentes personas. Nuestros hijos nos entenderán mejor si marcamos nuestras normas de una forma más concreta. Un límite bien especificado con frases cortas y órdenes precisas suele ser claro para un niño. «Habla bajito en una biblioteca»; «da de comer al perro ahora»; «agarra mi mano para cruzar la calle» son algunos ejemplos de formas que pueden aumentar sustancialmente la relación de complicidad con tu hijo.

2. Opciones. En muchos casos, podemos dar a nuestros hijos una oportunidad limitada para decidir como cumplir sus «órdenes». La libertad de oportunidad hace que un niño sienta una sensación de poder y control, reduciendo las resistencias. Por ejemplo: «Es la hora del baño. ¿Te quieres duchar o prefieres bañarte?». «Es la hora de vestirse. ¿Quieres elegir un traje o lo hago yo? Esta es una forma más fácil y rápida de dar dos opciones a un niño para que haga exactamente lo que queremos.

3. Firmeza. En cuestiones realmente importantes, cuando existe una resistencia a la obediencia, nosotros necesitamos aplicar el límite con firmeza. Por ejemplo: «Vete a tu habitación ahora» o «¡Para!, los juguetes no son para tirar» son una muestra de ello. Los límites firmes se aplican mejor con un tono de voz seguro, sin gritos, y un gesto serio en el rostro. Los límites más suaves suponen que el niño tiene una opción de obedecer o no. Ejemplos de ligeros límites: «¿Por qué no te llevas los juguetes fuera de aquí?»; «Debes hacer las tareas de la escuela ahora»; » Vente a casa ahora, ¿vale?» o «Yo realmente deseo que te limpies». Esos límites son apropiados para cuando se desea que el niño tome un cierto camino. De cualquier modo, para esas pocas obligaciones «debe estar hecho», serás mejor cómplice de tu hijo si aplicas un firme mandato. La firmeza está entre lo ligero y lo autoritario.

4. Acentúa lo positivo. Los niños son más receptivos al «hacer» lo que se les ordena cuando reciben refuerzos positivos. Algunas represiones directas como el «no» o «para» dicen a un niño que es inaceptable su actuación, pero no explica qué comportamiento es el apropiado. En general, es mejor decir a un niño lo que debe hacer («Habla bajo») antes de lo que no debe hacer («No grites»). Los padres autoritarios tienden a dar más órdenes y a decir «no», mientras los demás suelen cambiar las órdenes por las frases claras que comienzan con el verbo «hacer».

5. Guarda distancias. Cuando decimos «quiero que te vayas a la cama ahora mismo», estamos creando una lucha de poder personal con nuestros hijos. Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal. Por ejemplo: «Son las 8, hora de acostarse» y le enseñas el reloj. En este caso, algunos conflictos y sentimientos estarán entre el niño y el reloj.

6. Explica el por qué. Cuando un niño entiende el motivo de una regla como una forma de prevenir situaciones peligrosas para sí mismo y para otros, se sentirá más animado a obedecerla. De este modo, lo mejor cuando se aplica un límite, es explicar al niño porqué tiene que obedecer. Entendiendo la razón, los niños pueden desarrollar valores internos de conducta o comportamiento y crear su propia conciencia. Antes de dar una larga explicación que puede distraer a los niños, manifiesta la razón en pocas palabras. Por ejemplo: «No muerdas a las personas. Eso les hará daño»; «Si tiras los juguetes de otros niños, ellos se sentirán tristes porque les gustaría jugar aún con ellos».

7. Sugiere una alternativa. Siempre que apliques un límite al comportamiento de un niño, intenta indicar una alternativa aceptable. Sonará menos negativo y tu hijo se sentirá compensado. De este modo, puedes decir: «ese es mi pintalabios y no es para jugar. Aquí tienes un lápiz y papel para pintar». Otro ejemplo sería decir: «no te puedo dar un caramelo antes de la cena, pero te puedo dar un helado de chocolate después». Al ofrecerle alternativas, le estás enseñando que sus sentimientos y deseos son aceptables. Este es un camino de expresión más correcto.

8. Firmeza en el cumplimiento. Una regla puntual es esencial para una efectiva puesta en práctica del límite. Una rutina flexible (acostarse a las 8 una noche, a las 8 y media en la próxima, y a las 9 en otra noche) invita a una resistencia y se torna imposible de cumplir. Rutinas y reglas importantes en la familia deberían ser efectivas día tras día, aunque estés cansado o indispuesto. Si das a tu hijo la oportunidad de dar vueltas a sus reglas, ellos seguramente intentarán resistir.

9. Desaprueba la conducta, no al niño. Deja claro a tus hijos que tu desaprobación está relacionada con su comportamiento y no va directamente hacia ellos. No muestres rechazo hacia los niños. Antes de decir «eres malo», deberíamos decir «eso está mal hecho» (desaprobación de la conducta).

10. Controla las emociones. Los investigadores señalan que cuando los padres están muy enojados castigan más seriamente y son más propensos a ser verbalmente y/o físicamente abusivos con sus niños. Hay épocas en que necesitamos llevar con más calma la situación y contar hasta diez antes de reaccionar. La disciplina consiste básicamente en enseñar al niño cómo debe comportarse. No se puede enseñar con eficacia si somos extremamente emocionales. Delante de un mal comportamiento, lo mejor es contar un minuto con calma, y después preguntar con tranquilidad, «¿que ha sucedido aquí?». Todos los niños necesitan que sus padres establezcan las guías de consulta para el comportamiento aceptable. Cuanto más expertos nos hacemos en fijar los límites, mayor es la cooperación que recibiremos de nuestros niños y menor la necesidad de aplicar consecuencias desagradables para que se cumplan los límites. El resultado es una atmósfera casera más agradable para los padres y los hijos.

Fuentes consultadas:
Teach your child to behave disciplining with love from 2 to 8 years. Autor: Charles E. Schaefer, Ph.D., profesor de Psicología y director del Centro de Servicios Psicológicos en la Universidad de Fairleigh Dickinson.

guiainfantil.com

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