Si tu hijo sufre por algún miedo es muy importante que le transmita tranquilidad, seguridad, y le ayude a superar a sus miedos con mucho cariño y comprensión. De una forma general, los miedos suelen aparecer en niños de edad comprendida entre los 3 y los 6 años de edad. El niño todavía no entiende el mundo que lo rodea y tampoco es capaz de separar lo real de lo imaginario. En los primeros años de vida, el niño conoce la existencia de personajes a través de los cuentos, películas, etc., y a la vez pasa a inventar compañeros y personajes, e incluso situaciones imaginarias.
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El estrés infantil
El estrés infantil es el conjunto de reacciones a nivel biológico y psicológico, que se producen por algunas reacciones que el niño no puede controlar, alterando su equilibrio general.
Causas del stress:
La infancia es un periodo que se caracteriza por cambios, adaptaciones. Los niños deben hacer frente a esas nuevas situaciones para poder superar las transiciones de una etapa a otra; y son esos factores que producen ansiedad y tensión, llevándolos a comportarse de una manera distinta a lo normal.
Algunos factores que inciden la reacción de estrés del niño son:
- Efectos o estímulos que están estresando al niño.
- Percepción que tiene el niño ante estos efectos o estímulos que le causan estrés, es decir, tal vez no se siente capaz de enfrentarlos o cree en la capacidad de controlar lo que siente ante algún factor estresante.
- Comportamiento del niño ante situaciones estresantes.
- Impacto que tiene sobre su desempeño escolar, relaciones sociales, familiares, salud física y emocional.
Eventos que estresan a los niños:
Dentro del ámbito familiar: Divorcio o separación de los padres, maltrato físico de los padres, abuso sexuales en el hogar, el nacimiento de un nuevo integrante en la familia.
Dentro del ámbito escolar: Examen de colegio, hablar en público, olvidar una tarea, se molestado por niños mayores, terminar los trabajos más tarde que los demás, ser ridiculizado en clase, cambiarse de salón o escuela.
Dentro del ambiente social: El ritmo acelerado de vida que se lleva, ir al dentista o al hospital, romper o perder cosas.
¿Cómo reacciona un niño ante el estrés?
Cada niño es diferente, por lo tanto su reacción es distinta; así también los síntomas que el niño presente como respuesta ante éste, varían de acuerdo al entorno familiar y escolar.
Factores emocionales y de conducta
- Sensibilidad.
- Están temerosos.
- Tienen poca confianza en sí mismos.
- Están preocupados innecesariamente.
- Tristeza.
- Ansiedad.
- Indiferencia.
Síntomas Físicos
- Lloran sin causa alguna.
- Sudor en las palmas de las manos.
- Dolores de cabeza y de estómago.
- Se tuercen o arrancan los cabellos, se muerden las uñas.
- Pueden llegar a orinarse.
- Perturbación del sueño, tienen pesadillas.
Síntomas físicos en el niño ante estrés excesivo
- Dolor de cabeza.
- Molestia estomacal.
- Problemas para dormir.
- Pesadillas.
- Mojar la cama, por primera vez o de manera recurrente.
- Disminución del apetito.
- Cambios en los hábitos alimentarios.
Síntomas emocionales en el niño con estrés excesivo
- Ansiedad.
- Se siente preocupado.
- Irritabilidad.
- Miedos que pueden ser nuevos o recurrentes.
- No quiere estar solo, se aferra a sus padres.
- Comportamiento agresivo.
- Se muestra necio.
¿Cómo ayudar a un niño con estrés?
Los padres tienen una ventaja ante situaciones como esta pues ellos conocen mejor a sus hijos e incluso pueden saber en algunas ocasiones, cómo va a reaccionar ante un factor estresor.
Algunas sugerencias son;
- Hacerle sentir al niño y demostrarle que esta seguro en casa.
- Ser tolerantes y enseñarlos a que lo sean ante las personas y situaciones que les causen frustración.
- Entre las causas que pueden estresar al niño, muchas se relacionan con la escuela por lo que es muy importante elegir el colegio más adecuado para la personalidad del niño.
- Provocar que el niño sea más abierto y comunicativo, así podrán expresar más fácilmente y con mayor libertad sus sentimientos, preocupaciones y miedos.
- Procurar estar siempre cerca de nuestros hijos y platicar con ellos tranquilamente.
- Escucharlos sin criticar.
- Ayudar a los niños a que su autoestima crezca a través de la demostración de amor incondicional y al involucrarlo y participar con el, en tareas que lo hagan sentir feliz, contento.
- Estar al pendiente de que realicen sus labores pero también de que tengan momentos de descanso y relajación, de igual manera vigilar su alimentación para que sea saludable.
El niño también puede controlar su estrés:
- Hablar con sus padres de sus problemas y si no es posible, con alguien en quien pueda confiar.
- Relajándose: Puede conseguirlo al escuchar música suave, dándose un baño con agua caliente, cerrando los ojos y respirando profunda y lentamente o incluso practicando yoga para niños.
- Tomarse un tiempo para estar solo o dedicar unos minutos para a disfrutar de su actividad favorita: leer, pintar, tocar algún instrumento, bailar, etc.
- Haciendo deporte.
- Muy importante, fijándose metas realistas y llevar a cabo sus actividades lo mejor que pueda, recordando siempre que nadie es perfecto y que no es posible hacerlo todo bien.
- Aprendiendo a quererse y a respetarse.
¿Qué es el Bullying?
El Buylling (conocido como el acoso escolar) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.
Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar son los niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia.
Este tiempo de violencia escolar se caracteriza por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte.
El sujeto maltratado queda expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas. Esto genera que la víctima viva aterrorizado con la idea de asistir al colegio y que se muestre nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana.
La dureza de la situación, puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin límite de edad.
Objetivos del acoso escolar:
El objetivo de la práctica del acoso escolar es intimidar, apocar, reducir, someter, aplanar, amedrentar y consumir emocional e intelectualmente, a la víctima, con vistas a obtener algún resultado favorable para quienes acosan o satisfacer una necesidad imperiosa de domina, someter, agredir y destruir a los demás que pueden presentar los acosadores como un patrón predominante de relación social con los demás.
Con mucha frecuencia el niño o niña que acosa a otro compañero suele estar rodeado muy rápidamente de una banda o grupo de acosadores que se suman de manera unánime y gregaria al comportamiento de hostigamiento contra la víctima.
Esto se debe a la falta de una autoridad exterior, como un profesor o un familiar, que imponga límites a ese tipo de conducta, proyectando el acosador principal una imagen de líder sobre el resto de sus iguales seguidores.
Hay ocho modalidades de acoso escolar:
- Bloqueo Social
- Hostigamiento
- Manipulación
- Coacciones
- Exclusión Social
- Intimidación
- Agresiones
- Amenazas
Prevención:
Se estima que la intervención simultánea sobre factores individuales, familiares y socioculturales, es la única vía posible de prevención del acoso escolar. La prevención se puede realizar en distintos niveles.
Una prevención primaria sería responsabilidad de los padres (apuesta por una educación democrática y no autoritaria), de la sociedad en conjunto y de los medios de comunicación (en forma de autorregulación respecto de determinados contenidos).
Una prevención secundaria sería las medidas concretas sobre la población de riesgo, esto es, los adolescentes (fundamentalmente, promover un cambio de mentalidad respecto a la necesidad de denuncia de los casos de acoso escolar aunque no sean víctimas de ellos), y sobre la población directamente vinculada a esta, el profesorado (en forma de formación en habilidades adecuadas para la prevención y resolución de conflictos escolares).
Por último, una prevención terciaria serían las medidas de ayuda a los protagonistas de los casos de acoso escolar.
¿Cómo enseñar a los niños a compartir?
Los niños no son egoístas por naturales. El egoísmo de por sí se aprende, por lo que no sabemos aún, cómo enseñarle a los niños a que hagan lo que muchos de nosotros no hemos aprendido.
El acto de compartir es una de las habilidades sociales más difíciles de enseñas a los hijos, pues necesita de mucho tiempo y práctica.
Los bebes demuestran habilidades sociales desde el día que nacen. Por ejemplo, al escuchar la voz de mamá, al voltear la cabeza para seguirla, los pequeños están estableciendo un lazo social con su entorno y cuando empiezan a jugar con otros niños, estarán desarrollando habilidades sociales que serán positivas o negativas, dependiendo de las relaciones que tengan con sus padres, familiares y maestros.
Los niños con habilidades sociales positivas tienen una mayor probabilidad de salir adelante en el colegio y en la vida. Ellos pueden tener estas habilidades:
- Jugar bien con los demás
- Sentirse a gusto en su ambiente
- Compartir, colaborar y cooperar
- Respetar su turno en las actividades
- Identifica y expresa sus sentimientos
- Se preocupa con los demás
Precisamente, compartir es una de las habilidades más difíciles de enseñar a los niños. Ellos pueden aprender a compartir desde pequeños, pues están preparados para compartir juguetes a partir de los cuatro o cinco años.
¿Qué hacer para lograr que los niños compartan?
1. Los grupos de juego y los encuentros para la diversión con los amiguitos son formas populares empleadas por las familias para que los niños tengan la oportunidad de estar en compañía de otros niños de su misma edad.
2. No se le debe obligar a los niños a compartir, pues él tiene que estar preparado, por lo que debe ser estimulado por sus padres, familia o maestros. La mejor forma de educar a los niños a que sepan compartir es con el ejemplo. Deje que tu hijo te vea compartir regularmente.
3. El uso de palabras que estimulen a los niños o compartir es siempre importante. Cuando el niño deja que otro niño toque sus juguetes, felicítalo diciéndole que él es muy bueno, tiene un buen corazón y sabe ser amigo.
4. Aprovecha situaciones en que exijan compartir para enseñar a tu hijo. Por ejemplo, si tienes un trozo de torta en casa, enséñale que debe compartirlo entre todos. Pide a tu hijo que lo haga. Él se sentirá partícipe de tu buena actitud.
5. Fomenta el juego en grupo con tu hijo. Él aprenderá también a colaborar, a expresarse, y otras habilidades sociales.
6. No compares a tu hijo con otros niños, pues no todos se desarrollan a mismo ritmo. Las habilidades sociales duran toda una vida y crecen a medida que nosotros mismos crecemos.
Alimentación equilibrada durante el embarazo
Es una evidencia decir que, durante el embarazo, la mujer debe cuidar en extremo su dieta, ya que la vida del recién nacido depende de la buena alimentación de la madre. Sin embargo, se tiene la falsa creencia de que cuanto más se come, más sano nacerá el bebé. Las embarazadas tienen que comer en cantidad suficiente para sustentar a una pequeña vida, eso es cierto, pero sobre todo han de comer con variedad y calidad. Ambas son las máximas que deben regir en la dieta de una mujer encinta.
Normalmente una futura mamá engordará entre kilo y kilo y medio por cada mes de embarazo, lo que significa que aumentará entre 12 y 14 kilos de peso durante el periodo de gestación. Superar esas cifras representa un peso excesivo que supone un exceso de grasa para la madre y el niño.
Por supuesto, no ganar los kilos suficientes también es perjudicial para el bebé, sobre todo si el aumento de peso es inferior a los 4,5 kilos. Las dietas de adelgazamiento están totalmente prohibidas durante el embarazo ya que el feto recibe menos nutrientes de los que debería. Es nuestro médico el que irá vigilando el buen estado de salud de la madre y del niño, e indicará las correspondientes correcciones en la alimentación.
Una alimentación equilibrada
Las máximas de la dieta de una embarazada, como ya hemos dicho, deben ser calidad y variedad. Las comidas, por tanto, serán ricas en alimentos muy diversos, en los que estén presentes, de manera abundante, los alimentos frescos, fundamentalmente cereales, frutas, verduras, pescado, carnes, huevos y lácteos.
Además, de cada grupo de los mencionados, es necesario incluir todo tipo de productos para asegurarse de que se está recibiendo toda la cantidad de nutrientes que se necesitan en este periodo clave de la vida. Es importante insistir en que no se puede consumir de un tipo de alimento en exceso ni, cómo no, que falte cierto producto en la dieta.
Respecto a las necesidades calóricas de una embarazada, no son tantas como se ha creído tradicionalmente. Para el correcto desarrollo del feto es suficiente con incrementar 250 calorías más la dieta diaria. Es muy importante que gran parte de este aumento esté bien nutrido de proteínas (pescado, carne, huevos, legumbres y lácteos).
Proteínas, grasas y ácido fólico
Las proteínas de los productos de origen animal y de las legumbres son básicas para la dieta del ser humano y, por tanto, de la embarazada. Tampoco faltarán en su alimentación los vegetales (frutas y hortalizas) y los cereales, siempre ricos en fibra y sin azúcar.
Por otra parte, hay que evitar el consumo de grasas, que provienen fundamentalmente de la bollería, los aperitivos de patata, las bebidas gaseosas azucaradas y los dulces. La sal es necesaria para el embarazo y no debe suprimirse de la dieta, pero hay que usarla con moderación y siempre prefiriendo la sal yodada.
La vitamina fundamental para las mujeres en estado de gestación es el ácido fólico. Perteneciente al grupo B, podemos encontrarla en las verduras de hoja verde, los espárragos, las legumbres y el hígado. Para las embarazadas es imprescindible tomar al menos 0,4 mg. de esta vitamina cada día, principalmente en las primeras semanas.
Una buena provisión de ácido fólico ayuda a proteger al feto de contraer ciertos defectos congénitos de la espina dorsal y del cerebro. Si se diesen casos de carencias de esta sustancia, ya que mediante la alimentación exclusivamente puede ser difícil obtener toda la cantidad que se necesita, el especialista puede recomendar complejos vitamínicos adicionales.
Hábitos alimenticios y saludables
Como costumbre sana, una mujer encinta debe hacer tres comidas diarias, aunque si se dan molestias estomacales, se pueden ampliar a cinco o seis raciones, reduciendo, como es lógico, la cantidad de alimentos en cada una de ellas. Para superar el hambre entre comidas, el queso, el yogur, el zumo, las frutas y las verduras deberán ser los mejores tentempiés, desechando las fuentes de grasa, como pasteles, aperitivos de patata o bebidas azucaradas.
Una mujer en estado de gestación requiere tener su cuerpo bien hidratado y por eso ha de beber mucho líquido.Se recomienda que, como mínimo, la futura mamá beba unos ocho vasos de líquido diario. El agua se puede complementar con un vaso de zumo de frutas y un par de vasos de leche.
Por otra parte, una embarazada deberá ser cauta con la ingesta de cafeína. Ha de tener cuidado con el café, el té, las bebidas estimulantes y el chocolate. Todos estos productos tienen cafeína en distintas cantidades y dicha sustancia debe suministrarse con moderación.
Respecto a otros hábitos, no alimenticios en este caso, está totalmente prohibido fumar y beber alcohol.También es esencial no tomar medicamentos que no hayan sido recetados por el médico.
Una guía para una dieta variada
A continuación exponemos una lista de los requerimientos diarios que necesita una embarazada por tipo de alimento. No olvides que se trata de una guía orientativa y que, en realidad, es un médico el que mejor te puede asesorar respecto a cada caso concreto:
Fruta (2-4 raciones): recuerda que una ración equivale a media taza de fruta cortada, una fruta mediana (como una pera o una manzana) o a tres ciruelas.
Cereales (6-11 raciones): una ración equivale a una rebanada de pan, 150 gr de cereales o 100 gr de arroz o pasta.
Lácteos (3-4 raciones): una ración es un vaso de leche, dos yogures, 150 gr de queso fresco o un flan.
Proteínas (2-3 raciones): una ración es un filete de carne roja, de pollo, de pescado, o bien dos huevos.
Verduras (3-5 raciones): una taza de verduras crudas o media taza de verdura cocida.
Fuente: facilicimo.com
El problema de la obesidad en los niños
Hace muchos años, uno de los problemas que agobiaban a los niños y claro, causaban enorme preocupación en los padres, era la desnutrición infantil. Con el correr del tiempo, se unión otro mal: La extrema obesidad.
En el Reino Unido se cree que tanto la malnutrición como la obesidad infantil, pueden ser considerados como una forma de abuso por parte de los padres para con sus hijos.
La explicación es seria, pues si nos situamos en un ejemplo específico, hace algunos meses, un grupo de bomberos tuvo que entrar al domicilio de una joven de 19 años, no precisamente para salvarla de un incendio, sino porque se había quedado atascada en la puerta de su hogar debido a que sus 318 kilos de peso le impedían salir o entrar a su domicilio. Para salvarla, el cuerpo de bomberos tuvo que derribar la pared para luego llevarla a un hospital.
La joven fue tratada en urgencias, pero la preocupación rondó en Aberdare, localidad donde sucedió este hecho. Al notar estos problemas ¿porqué los padres no tomaron medidas preventivas? ¿No se dieron cuenta que su hija requería de un régimen alimenticio ideal y muy saludable?
Joanna Nicholas, experta en temas de protección infantil y trabajo social, es enfática en su posición: «Mi punto de vista es que la obesidad infantil debería ser tratada como una forma de abuso, tal como se considera a cualquier clase de malnutrición».
Nicholas ha atendido seis casos de niños, cuyo problema fundamental era la obesidad: »Si un niño es obeso, es una suerte de abuso por el impacto físico y psicológico que esto provoca en su vida y las implicaciones en su salud futura. Siempre escuchamos que estos niños ya ni siquiera dejan su casa. Se quedan encerrados comiendo porque su existencia es tan miserable que nadie quiere su amistad».
Hoy en día, uno de los temas problema que envuelve al mundo, es la obesidad en los niños. Si hasta hace algunos años, los padres de familia se preocupaban por que sus hijos estaban completamente desnutridos, sin fuerzas suficientes en el organismo, hoy deben pelear contra el abuso en las comidas no saludables, como la conocida »Chatarra», una salida fácil para »saciar el hambre» de los niños en lugar de preocuparse por una responsable alimentación y estilo de vida.
Estilo de vida, implica también el sedentarismo, otra mala costumbre que vienen adquiriendo los niños en los últimos tiempos, quienes en lugar de dedicarle tiempo a la práctica de algunos deportes, optan por quedarse en el hogar, actitud que les impide un mejor desarrollo corporal y los hace propensos a sufrir de diversas enfermedades.
¿Se puede denunciar la negligencia de los padres de familia en estos casos? En el Reino Unido si, pues han habido trabajadores sociales que sugirieron llevar esta negligencia a los tribunales; es una medida radical, pero que debe ser el inicio de un punto de quiebre para este tipo de acciones que solamente perjudican la salud de los niños.
Consejos para armar la lonchera escolar
Se viene iniciado en los colegios del país un nuevo año escolar. Las vacaciones llegaron a su fin y ahora, una nueva aventura estudiantil se inicia para los niños del hogar.
¿Saben los padres cómo nutrir a sus hijos durante la etapa escolar? La tarea no es muy complicada, pero si requiere de un real compromiso por parte del padre y el niño por llevar al colegio, alimentos sanos y frescos, que le permitan tener fuerzas durante la pesada jornada escolar.
Las loncheras escolares son importantes dentro del desarrollo del niño en etapa preescolar y escolar, porque permiten apoyar en las necesidades nutricionales del niño, asegurando su rendimiento en las aulas.
El contenido de las loncheras escolares es fundamental para complementar las necesidades nutricionales que el niño requiere para sobrellevar las exigencias del día en el colegio.
Para ello, una lonchera nutritiva está compuesto por elementos que dan energía como el pan, las galletas, queques, etc, destacando que pueden ser más beneficiosos al combinarse con otros alimentos como el queso, o el huevo.
Los alimentos que el niño debe llevar al colegio deben ser de fácil digestión y preparación, además de NO reemplazar al desayuno ni al almuerzo. Otro consejo valioso es el de acompañar la merienda con frutas de la estación como plátano, uva, manzana, durazno, mandarinas y naranjas.
Otras recomendaciones:
- Enviar los alimentos en recipientes prácticos, limpios y seguros.
- Lavar la parte interna de la lonchera para evitar la presencia de insectos y enfermedades.
- Usar siempre una servilleta de papel antes de colocar los alimentos en la lonchera.
Tipos de loncheras (Según el Ministerio de Salud)
Lonchera 1
Leche, huevo duro, galletas y mandarina.
Lonchera 2
Pan con pollo, yogurt y manzana.
Lonchera 3
Pan con queso, agua de manzana y mandarina.
Lonchera 4
Pan con mermelada, leche con azúcar y plátano.
Lonchera 5
Dulce de leche, manzana y limonada.
Lonchera 6
Leche con azúcar, queque y manzana.
Lonchera 7
Pan con pollo, leche y uvas.
Lonchera 8
Pan con hígado frito, leche y naranja.
Lonchera 9
Pan con tortilla de huevo, leche y plátano.
Lonchera 10
Pan con mantequilla, leche y plátano.
Cómo cambiar de pañal a un bebé
Cambiar pañales es todo un arte y sólo se aprende con la práctica.
Hacerlo una y otra vez te llevará a la perfección, pero no sin antes tener que pasar por algunos pañales colocados al revés, otros que pierden su contenido, y hasta alguna salpicadura accidental, si es que tienes un varoncito.
Prepárate
• Elige un lugar calientito, limpio y seco para cambiar al bebé. Puedes usar un colchoncito especial para cambiar bebés, pero también te servirá una toalla, un pañal de tela limpio o cualquier otra superficie suave y cálida.
• Prepara todo el material necesario. Si usas pañales desechables, necesitarás un pañal limpio y una bolsa de plástico; si usas pañales de gasa o toalla, necesitarás un pañal limpio, imperdibles y un calzoncito impermeable; si usas pañales de tela ajustados, necesitarás un pañal limpio y un forro. Si tu bebé tiene tendencia a la irritación o dermatitis de pañal, también necesitarás una crema protectora o vaselina.
Paso a paso: Cómo cambiar un pañal desechable
1. Suelta los cierres adhesivos del pañal y dóblalos hacia atrás, pegándolos sobre sí mismos para que no se adhieran a la piel del bebé, pero aún no le quites el pañal sucio.
2. Si hay caquita, límpiala primero con el propio pañal, teniendo cuidado de tapar el pene (si es varoncito) con una toallita por motivos de higiene y para evitar la «salpicadura» que mencionamos anteriormente.
3. Con una mano, sujeta al bebé por los tobillos y súbele levemente las piernas levantándole un poco las nalguitas. Aunque este gesto parezca un poco raro, es una manera muy eficiente de hacerlo.
4. Dobla al medio el pañal sucio y déjalo bajo las nalguitas del bebé, con la parte sucia en el interior del pañal.
5. Usa una toallita desechable para bebés o una toallita de tela mojada para limpiar cuidadosamente el área genital del bebé. Las niñas se deben limpiar de adelante hacia atrás (en el sentido opuesto a su vagina). Esto disminuirá la posibilidad de que entren bacterias del recto a la vagina que podrían causar una infección.
6. Levanta las dos piernas del bebé y límpiale las nalguitas.
7. Cambia el pañal sucio por uno limpio. Abre el pañal y coloca la parte que tiene los cierres adhesivos bajo las nalguitas del bebé. Ahora dobla la parte de abajo sobre la barriguita del bebé, pasándolo entre sus piernas (sepárale las piernas lo más posible, pero sin hacerle daño).Ten cuidado de que el pañal no se abulte demasiado entre las piernas del bebé, lo cual podría provocar irritación e incomodidad. Para los recién nacidos, evita cubrir el cordón umbilical (hay pañales diseñados especialmente para los recién nacidos que tienen recortada la parte delantera). Para los varones, cerciórate de que el pene esté apuntando hacia abajo para reducir la posibilidad de que se salga la orina.
8. Cierra el pañal pegando las tiras adhesivas de los dos lados. Asegúrate de que quede bien ajustado, pero no tanto que le pellizque la piel. Consulta las instrucciones del fabricante del pañal para otros consejos específicos de esa marca.
9. Cierra el pañal sucio, envolviéndolo y pegándole las tiras alrededor de sí mismo. Colócalo en la bolsa de plástico y tíralo en el bote de los pañales sucios. Viste al bebé, lávate bien las manos, ¡y ya está!
Recomendaciones al elegir regalos para los niños
En vísperas a una fecha festiva, los padres de familia piensan ya en los regalos para sus hijos, apoyados en catálogos, avisos en TV y otros medios. Pero, según el Ministerio de Salud, hay algunos factores que se deben tener en cuenta para elegir el obsequio.
En la Dirección de Salud Mental del Minsa, indican que se debe tener en cuenta la edad y madurez del niño, y que también se debe estimular su imaginación y evitar los juguetes que inciten a la violencia.
»El juego le permite al menor representar la vida real y desarrollar su capacidad innata en ellos. Así mismo desarrollan los sentidos, el lenguaje, la memoria y las funciones físicas».
Entre el año y medio y los dos años de edad, algunos juguetes como los carritos son los que el pequeño puede manipular y aprender a identificar las formas, colores, sonidos y tamaños.
A nivel de comportamiento, el niño es egocéntrico pues está en la edad de caminar y cree que el mundo gira a su alrededor. Esa condición es superada con el juego, cuando se relaciona con otros niños y aprende a vincularse afectivamente.
Entre los 2 y 3 años, el menor imita escenas familiares y nace en él la curiosidad por saber el nombre de las cosas. Para esta edad, un buen regalo son los rompecabezas y cubos y en el caso de las niñas. las muñecas ayudan a representar situaciones de la vida diaria y crean una personalidad.
Pasados los cinco años, el niño sabe sumar, restar, leer y escribir. Un buen presente son los juegos manuales y los juegos de preguntas y respuestas, además de los experimentos. De esta forma, el pequeño reforzará la base para el pensamiento lógico matemático.
Para los más grandecitos, que se encuentran entre los 9 y 11 años de edad se recomiendan juegos de estrategia y reflexión.
Los juegos electrónicos no son recomendables porque son la base para que los niños puedan generar más adelante una adicción llamada ludopatía. Se sugiere que se deben tener en cuenta los instrumentos musicales y artículos deportivos, para así conocer las normas de disciplina.
Es importante que los padres no compren muchos juguetes a sus hijos, pues ellos se suelen cansar de ellos y no aprovechan sus beneficios.
No todos los remedios caseros pueden aliviar el sarpullido en bebés
El empleo de remedios caseros como alcohol, sábila, champú o mentol para controlar el sarpullido provocado por el uso de pañales y sudor en los bebés, podría ocasionar problemas dermatológicos e irritaciones en la piel.
El uso de este tipo de sustancias podría ampliar la zona afectada y las molestias en los pequeños.
El sudor provocado por el calor, el uso de pañales y el constante movimiento que realizan los bebés, generan la aparición del sarpullido, que son puntos rojos pequeños que causan picazón, ardor e incluso dolor, lo que motiva a los niños rascarse y llorar con desesperación.
Esta desesperación generalmente lleva a los padres de familia a recurrir a estos productos en la errónea creencia que, con ello, curarán a sus hijos. Se ha visto casos de uso incluso de detergentes y suavizante para ropa.
A los padres, no hay dejarse llevar por recomendaciones de terceros que no estén preparados o que decidan por cuenta propia, aplicar estos productos que solamente tapan los poros de la piel, permitiendo que la zona afectada se extienda para la aparición de otros problemas dermatológicos.
Es común que el sarpullido aparezca en la cara, brazos, piernas, cabeza, estómago, axilas, entrepiernas y zonas de uso de pañal.
Por ello, se sugiere que la mejor manera de evitar el sarpullido es con una correcta higiene; bañando al bebé todos los días solamente con agua, porque el jabón no es un elemento necesario salvo el bebé esté sucio.
Además, cortar las uñas de los bebés, pues ante la picazón, suelen rascarse y luego se tocan el cuerpo, con lo que pueden extender el sarpullido.
También se debe evitar en la medida de lo posible el uso de material sintético y emplear la de algodón, que permite que la piel del bebé se permanezca fresca y seca. Además, las prendas deben ser livianas y sueltas para facilitar la transpiración de la piel.