El verano es un total fastidio para nosotros, más aún con los altos índices de temperatura que terminan por sofocarnos y hasta por ponernos de mal humor. ¿En algún momento de la estación hemos llegado a pensar en lo que sienten los perros ante la presencia del astro rey?.
Sin duda, el calor es uno de los grandes problemas al que está expuesto nuestro perro, pues es un ser mucho más sensible al calor que nosotros, los humanos. Ellos, eliminan esa horrible sensación mediante el jadeo y el sudor que botan por las zonas aisladas de pelo o por las almohadillas que están en sus patas.
Hay que considerar lo peligroso que resulta para el perro, el «golpe de calor», que es el aumento de la temporada corporal en los canes, como consecuencia del calor y de la intensidad que éste tiene durante la temporada.
El fuerte calor hace que los perros pierdan poco a poco con sus reservas de azúcar y sales minerales, que podrían hacer colapsar a nuestras mascotas en apenas 15 minutos. Es precisamente que ellos deben estar en lugares abiertos y evitar espacios reducidos o de poca luz como las habitaciones, coches y otros ambientes.
¿Cómo sabemos si nuestro perro tiene el llamado golpe de calor? Tengamos en cuenta lo siguiente:
- Está perezoso y no tiene mucho interés en moverse
- Temblores musculares e que vienen acompañados de vómitos
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Se tambalea constantemente.
- Jadeo o su respiración es constante y muy rápido.
- El perro parece atontado.
- Babeo espumoso que acelera la deshidratación.
- Aumenta de la temperatura de su cuerpo.
Si presenta estos síntomas y el perro no es tratado a tiempo con un veterinario, puede presentar:
- Aparición de pequeñas manchas de sangre en la piel.
- Padecimiento de una hemorragia gastrointestinal.
- Sufrimiento de insuficiencia hepática o renal.
- Verse afectado por un edema cerebral.
- Fallo de los órganos.
¿Cómo controlar el golpe de calor?
Si nos encontramos con el caso del golpe de calor en los perros, se le debe bajar la temperatura de su cuerpo colocándolo en un sitio fresco y muy ventilado, aplicando frío en zonas importantes como la cabeza, el cuello, las axilas y las ingles. Con este ejercicio, se refresca la sangre que va hacia el cerebro y evitamos un daño cerebral en nuestra mascota.
Si queremos que el frío avance rápido en nuestro perro, podemos ampararnos en un ventilador o pasarle cubos de huelo por la nariz, las axilas y otros lados del cuello.
Más allá del cuidado casero, es importante acudir al médico veterinario, para que someta al perro a varios exámenes y administrarle las medicinas adecuadas para una rápida recuperación.
Medidas de prevención:
- Mantener hidratado al perro. Suministrarle agua varias veces al día es una salida importante para evitar que padezca de golpe de calor.
- Si vamos a salir de paseo en familia, se debe evitar dejar al can al interior del vehículo y cerrado.
- Sacar a pasear al perro en momentos donde el sol no sea muy intenso. Hay que buscar el momento más fresco del día para recién salir a dar una vuelta con nuestra mascota.
- Si tenemos la costumbre de dejar al perro en el jardín, por lo menos se le debe acondicionar algún tejado que le sirva como sombra en los momentos más calurosos del día.