Los juguetes para las mascotas, como sucede también con los niños, son toda una necesidad. Estos elementos permiten que los perros puedan liberar energía y reducir el grado de ansiedad que presentan.
Además, estos juguetes sirven para tranquilizar a nuestros perros, pues ayudan a mantener su mente activa y son excelentes para el adiestramiento, sin contar lo importante que son para su diversión.
Tipos de juguetes sin supervisión:
Los juguetes para perros que deben quedarse solos, deben ser resistentes y no contener elementos que puedan tragarse. Son apropiados los hechos de goma dura, que no se puedan romper fácilmente, pero que sean flexibles. Así, se evitará que la mascota trague fragmentos del juguete, algo que sería perjudicial para ellos.
Un detalle importante debe ser el tamaño del juguete para que el perro no se los pueda tragar. No esta de más que se consulte al médico veterinario antes de comprar los juguetes, para obtener aquellos que estén acorde con el tamaño, la edad y la raza del perro.
Los juguetes comestibles también son atractivos y vienen de diferentes formas y tamaños. Son fabricados de productos naturales e incluyen nutrientes para la mascota. Estos juguetes les brindan muchas horas de felicidad mientras los mastican, pues su sabor les resulta muy agradable y calma el apetito de un perro aburrido por la soledad.
Entre estos juguetes tenemos pelotas y otras variantes, teniendo en claro que deben ser de goma o de plástico, sin que sean duras pues el perro podría comer algún fragmento y herirse gravemente.
Tipos de juguetes con supervisión:
En este caso, son los juguetes que presentan materiales tóxicos y los materiales que se fragmentan en trozos filosos que puedan cortarlos.
Por ello, cuando el perro consigue destrozar el juguete, se le debe quitar inmediatamente del hocico para que evite tragar fragmentos del mismo.
Es importante no darle al perro objetos prestados como cuerdas o pelotas de tenis y fútbol. Los juguetes que le entreguemos, tienen que ser suyos para que pueda disfrutarlos, romperlos o estropearlos.
Nunca se le debe dar al perro un juguete que cause peligro a su integridad u objetos que pueda romper. Los juguetes infantiles tampoco son aptos para ellos, pues son fáciles de romper (como los peluches) pues algunos poseen rellenos que el perro comería al instante, provocando una obstrucción intestinal o incluso morir asfixiado.