Lima no es Limeña, Lima es provinciana.

Hace cuanto que no te has dado una vuelta por la Lima cuadrada, el centro de toda la ciudad don de abundan los negocios mal llamados chica y más provincianos que nunca, Lima a cada paso ha dejado de ser a todas luces la Lima de los Limeños, aquellos criollos y mestizos que con orgullo decían a los cuatro vientos que eran 100% limeños.

Ahora la Lima de antaño es mayoritariamente provinciana, migrantes que llegan del interior del país y que encuentran trabajo y vivienda a bajo costo en las tradicionales casonas casi abandonadas pero muy económicas para vivir.

Las imprentas, mercados, ambulantes, tiendas comerciales, todo está lleno de provincianos, a mucha honra son gente que trabaja y próspera. Quien no es provinciano es hijo de uno de ellos.

Es por eso que vemos muchos emprendedores que han progresado y que hoy ostentan gran reputación en sus empresas.

Sin embargo algunos que se creen limeños y no se acuerdan que sus padres, abuelos y demás ascendentes son provincianos y que no han podido destacar en lo que hacen sienten envidia del provinciano emprendedor.

Envidia de Limeños manifiesta en prensa nacional

Anoche estaban entrevistando al Alcalde Trujillo en un conocido canal de tv y uno de los argumentos xenófobos de los entrevistadores apuntaban a desprestigiar a los provincianos que llegan a Lima y que son triunfadores.

Otro caso se da en una conocida revista(suplemento) del diario más reconocido en Lima en la cual una pluma con lengua viperina ataca a los provincianos en el mundo del espectáculo, quizás porque como periodista la mediocridad no lo dejó ir más allá.

Lo cierto es que comienza a verse cierta envidia de algunos casi limeños por el auge y progreso de los provincianos.

Habrá que hacerles recordar a los críticos de los provincianos que la mediocridad hace que aparezca la xenofobia y que la mejor crítica es la constructiva, apartemos que el peor enemigo de un peruano sea otro peruano.