Ahora resulta que los congresistas tienen derecho a gozar de unas lindas vacaciones de trabajo, todo pagado.
Se ha visto recien en la Tv que estos congresistas aprovechan sus viajes para visitar Night Clubs brasileños y para el colmo, dicen que fuera del horario de trabajo su vida es privada.
Se supone que un congresista o cualquier funcionario público con cargo de confianza debe guardar ciertas reglas de conducta y no salir del país a conocer los nights clubs del mundo, podrían preguntarle a Toledo las direcciones, él seguramente se las sabe todas.
Bien sabido es que los congresistas cuando salen fuera, pasan los taxis y jugos de media mañana como gastos de representación y por eso no se presenta facturas, así que es casi seguro que los peruanos pagamos la juerguita en Brasil.
«Si chupan con su plata no hay problema», para ello, no se metan de congresistas. Sean decentes y trabajen, con su plata puedes irse a los mejores night clubs del Perú y el mundo y nadie les dirá nada.
Lo que falta en el Perú es DECENCIA, no sólo «puntualidad», hay que ser valientes para aceptar los errores, hay que seguir la ética, lamentablemente siempre habrá este tipo de congresistas, lo peor es que el 90% del congreso es así.