Varias instituciones financieras, gremiales y ONGs han organizado y siguen organizando Concursos para pequeños empresarios con la mala visión de lo que ellos necesitan.
Dar un premio de US$5000, pero no en efectivo sino en vales de capacitación es más que un error un portazo en la cara para los emprendedores que desean superarse.
La mala idea de los profesionales que desconocen la problemática de un micro empresario artesanal hace que sus ideas estén enfocadas a pequeños empresarios de clase media.
Los emprendedores de clase baja poco saben y necesitan asesoramiento de Estrategias de Marketing, Licenciamiento de Software, Base tributaria y legal. La gente de condición económica lo que desea son tres cosas:
1.- Dinero en Efectivo para invertir.
2.- Que les ayuden con las licencias, RUC y que aprender a dar boletas/facturas.
3.- Clientes, si les ayudas con mercados es mejor.
Un pequeño taller de carpintería que necesitaría:
Capital para herramientas y madera.
Clientes
Y sus facturas/boletas.
Donde está el trabajo de las ONGs? Muchas organizaciones no gubernamentales consiguen financiamiento del exterior, pero nunca lo canalizan a los comercios, solo algunas ONG dan créditos directos, pero sus intereses son tan altos que los emprendedores no les conviene adquirir los préstamos de estas.
En el Perú hay mucho que hacer con los micro y pequeños empresarios, lo que no se puede hacer es abusar de ellos ofreciendo premios en capacitación que debe ser complementaria y no principal.
Si bien es cierto hay que enseñarles a trabajar legalmente, es mejor darle las herramientas que ellos necesitan, en el ejemplo de líneas arriba a una carpintería en lugar de darle el dinero, se le podría dar las herramientas prestadas, abrir ferias para que vendan sus productos y asesorarlos con las boletas/facturas … en ese orden…. Nadie vive de sólo capacitación.
Los pocos emprendedores que se presentan a este tipo de concursos no son tan necesitados, tienen inversión y están trabajando, en todo caso tienen capital y participan de los concursos por publicidad.
Ayudar de Verdad es dar al que necesita, lo que verdaderamente necesita, nuestros micro empresarios no son de clase media acomodada, son gente que con fuerza, sudor y lágrimas hace empresa. Hay que pensar más, visitar a los emprendedores y no hacer proyectos desde un escritorio en una bonita oficina de la ciudad.