La gastronomía peruana es desde hoy Patrimonio Cultural de las Américas

El título ha sido concedido por la Organización de Estados Americanos (OEA).

La gastronomía del Perú venía siendo menos conocida que otras tradiciones culinarias como la china o la mexicana; sin embargo, su riqueza y variedad es una de las mayores del mundo, fruto del sincretismo de varias tradiciones, en una mezcla que saca lo mejor de los ingredientes tradicionalmente disponibles en el país.

El ministerio de Cultura peruano afirma que espera que este reconocimiento a nivel americano sea un preludio de uno mayor: la entrada de la gastronomía peruana en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, una distinción con la que ya cuenta la cocina mexicana.

La distinción se concedió ayer en Washington, sede de la OEA, donde el viceministro de Cultura, Bernardo Roca Rey, fue el encargado de ensalzar los platos del país.

 

Una de las más ricas del mundo

La gastronomía del Perú es una de las más variadas y ricas del mundo, fruto de una historia apasionante que se refleja en sus sabores.

Inicialmente, la base fue la cocina tradicional de los indígenas precolombinos, como los incas, que contaban con sus propias recetas; con la llegada de los españoles, esas técnicas y platos indígenas fueron asimilados por los colonizadores y fusionados con la propia tradición culinaria española, principalmente del sur de la península Ibérica con una mayor influencia árabe.

Sobre esa base se unieron luego los aportes de la cocina de los esclavos del África occidental que llegaron al Perú y más adelante, la de cocineros franceses huídos de la Revolución en su país a finales del siglo XVIII. Ya en el siglo XIX, nuevas oleadas de inmigrantes aportaron nuevos elementos a la ya variada cocina del país andino, destacando los italianos y los asiáticos (chinos cantoneses y japoneses).

Uno de los platos estrella más simbólicos del Perú es el ceviche, elaborado con pescado y marisco crudo troceado y adobado con jugo de naranja agria o limón, cebolla, sal y ají.

El picante del ají es precisamente uno de los elementos más distintivos, así como el colorido de los platos, muchos de los cuales suelen ir acompañados por arroz por influencia china.