La papa constituye un alimento muy adecuado que no debe faltar en nuestras comidas porque presenta un valor nutritivo importante en las personas.
Es un tubérculo rico en potasio, un componente que resulta valioso para combatir la presión arterial alta, debido a sus propiedades vasodilatadoras como diuréticas. Además, se ha comprobado sus propiedades como ayudante en el tratamiento de la depresión y en aquellas personas que tiene problemas reumáticos o de cistitis (inflamación de la vejiga urinaria), prostatitis (inflamación de la próstata) o litiasis (formación de cálculos).
Pero, se debe tener en cuenta su condición de alimento que elimina agua, para que las personas con problemas de hipotensión lo empleen con prudencia. Igualmente, no deben abusar de su consumo las personas que padecen problemas de obesidad y los diabéticos.
Volviendo a sus ventajas, el consumo de papa favorece al sueño apacible y ayuda a calmar los espasmos y calambres, ejerciendo una función sedante del organismo. Asimismo es útil para aliviar la tos cuando tiene un origen nervioso y la aplicación de una rodaja cruda sobre los ojos irritados y cansados, ayuda a rebajar la inflamación, siendo un remedio casero valioso para tratar la conjuntivitis o las ojeras.
La papa es rica en vitamina C pues tiene propiedades antiescorbúticas y desintoxicantes, aunque como estas se localizan debajo de la piel, muchas de ellas se pierden con la cocción.
Contiene calcio, fósforo y cantidades menores de betacarotenos, pero es especialmente rica en hidratos de carbono, que resulta junto con los azúcares, en una fuente de energía para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.
Para una correcta asimilación de la papa, conviene tomarlas hervidas porque en él se encuentran los minerales, No resulta recomendable combinarla con otros alimentos como las legumbres, los cereales, pan o pastas, con el fin de evitar que la comida presente demasiadas calorías. Lo ideal es combinarlos con verduras.
No hay que olvidar que muchas de las propiedades alimentarias de la papa. se encuentran en la piel (cáscara). Una buena forma de prepararlas es horneándolas durante 20 minutos con la piel tras haberlas limpiado adecuadamente.
Composición nutritiva: