Sabemos bien que el Viernes Santo conmemora la Pasión y Muerte de Jesucristo, pero también se trata del primer día del Triduo Pascual. Históricamente, la liturgia de este día tiene origen en Jerusalén.
Más allá de hacer un recuento histórico, tratamos de efectuar una reflexión acerca del significado que tiene este día, recordando las palabras de San Juan en su Evangelio: «Ellos miraban a aquel que habían traspasado con sus clavos y lanzas», donde se introduce la visión de Cristo.
Estas palabras llaman a la profunda meditación, proque evidencia cómo los que se habían burladode Jesus, se sorprenden de sus actos sin conocer que será quien en su potencia, juzgará a todo el mundo. Muchos téologos consideran que el evangelio de San Juan, no es más que la verificación profética del significado del sacrificio de Cristo por el bien de nuestra salvación.
Con esas palabras se testimonia que en la cruz de Jesús está colgada la salvación del mundo, que vive en la actualidad, mucha gravedad en lo político, social, económico y muchos otros factores que impiden el normal crecimiento de nuestro planeta. Somos los humanos quienes con nuestra acciones, egoísmos e intransigencias, traspasamos a Jesucristo, como lo hizo la lanza cuando murió en la cruz.
Este día nos da una importante oportunidad para meditar sobre el sentido íntimo del Viernes Santo y reafirmar nuestras promesas por hacer de nuestras vidas, un completo espejo de lo que Cristo quiso e hizo por nosotros. Debe ayudarnos a buscar la presencia de hombres santos entre nosotros y que vivan en la plenitud de su fe para que nos puedan guiar en los momentos de confusión para poder así, conseguir la paciencia, amor y coraje que nos permita vencer nuestros miedos y darnos suma libertad.