La Iglesia Argentina volvió a admitir a un sacerdote, quien pidió regresar al clero luego de abandonarlo hace 16 años, tras enamorarse de ‘una señorita’.
»Vuelvo a los brazos de Dios, a mi vocación y me siento como el Hijo Pródigo», declaró el Padre Raúl Martínez, quien este domingo, volverá a oficiar la Santa Misa en el pequeño pueblo de Cura Brochero, ubicado en Córdoba.
En declaraciones al diario Clarín, Martínez aseguró que el alud que cayó en Cura Brochero en 1992, cambió su vida. La gente o convirtió en un líder popular para lograr la reconstrucción del poblado.
«Ese aluvión cambió mi vida, porque fue también un aluvión en mi mente, en mi corazón. Surgió un torbellino de dudas en mi interior. Y además me había enamorado. Estaba llevando una doble vida. Quería formar una familia, tener hijos. Dos años después (en 1994) me fui de la Iglesia», recordó el sacerdote.
El religioso contó que se puso «de novio» con «la señorita» de la que estaba enamorado, pero la relación «duró dos años» y «no funcionó», por lo que se vio envuelto «en una crisis tremenda».
«Para sobrevivir vendí aceitunas, puse un kiosco de golosinas. Pero para la gente seguía siendo el cura. Y, encima, algunos iban a consultarme cuando se sentían mal. No eran confesiones, pero casi», apuntó.
Martínez dijo que hace diez año pretendió volver a ejercer el sacerdocio y que la Iglesia aceptó sin impedimento alguno, su regreso, gracias a las gestiones realizadas por un Obispo para que Benedicto XVI acepte la solicitud.
»Hice terapia con un psicólogo, quien me ayudó mucho para salir de este problema. Felizmente no me casé, no convivi con ella ni tuve hijos», agregó.
En la Iglesia «hay más madurez», aseguró el religioso, quien señaló que su familia ha tomado «muy bien» su decisión de volver a tomar los hábitos.