El escándalo de los sacerdotes pedófilos en el mundo, así como el del sacerdote sorprendido manteniento relaciones sexuales con una empleada de la parroquia de su jurisdicción, abre nuevamente el debate para pedir cambios en la Iglesia respecto al celibato. ¿
¿Abolir la castidad, acabará con el abuso en menores? Es difícil, pues el estar casado no tiene nada que ver con el tema. Estadísticamente, los hombres casados son abusadores mucho más frecuentes que los sacerdotes célibes, y si un hombre es adicto al sexo con niños, casarse no cambiará su hábito, además, la mayoria de casos de pedofilia son de naturaleza homosexual.
Eliminar el celibato no sería la solución para evitar el problema de la pederastía, ni tampoco sería la solución para otros poblemas del sacerdocio. Algunas personas creen que eliminando el celibato se solucionaría la crisis de vocaciones de la Iglesia. “Si los casados pudieran ser ordenados no tendríamos escasez de sacerdotes”, dicen.
Otras personas aseguran que la vida célibe es solitaria y que debe de eliminarse para que los sacerdotes no estén tan aislados. No es una razón conviencente pues, hay mucha gente que está sola pese a estar casada. De igual forma, hay muchos solteros en todos los ámbitos de la vida que son están felices y satisfechos.
Los célibes dedican toda su vida a Dios y la Iglesia. La mayoría de ellos ofrecen un ejemplo maravilloso de servicio cristiano. ¿No quedaría complementado si hombres casados, igualmente dedicados, sirviesen como sacerdotes? Los célibes nos enseñarían la vía de la donación total como solteros.
Necesitamos preguntarnos si queremos proponer un cambio en las leyes de la Iglesia, y para qué… ¿Será la solución para evitar el abuso en niños?