Los omegas son ácidos grasos presentes en algunos alimentos, son sustancias necesarias para la buena salud de nuestro organismo, participan en funciones importantes del cuerpo como la formación celular, desarrollo de la inteligencia y prevención de problemas cardiovasculares.
Estos omegas entre los que se encuentran los Omega 3, 6 y 9, son grasas poliinsaturadas, que no son sintetizadas por nuestro cuerpo, a diferencia de las grasas saturadas que provienen del reino animal y que en exceso provocan aumento de triglicéridos y otros problemas; las grasas poliinsaturadas permiten funciones fisiológicas, tienen beneficios como la formación de las paredes celulares, regula los niveles de colesterol, la presión y disminuyen los triglicéridos.
También aumentan nuestras defensas y tienen relación con las hormonas sexuales y se ha demostrado que ayudan al desarrollo de las funciones cognitivas y son desinflamantes naturales de las articulaciones.
También combaten las arrugas y cuidan la visión, además, un consumo adecuado de omega 3, previene la aparición del acné en pieles proclives a sufrirlo.
Es vital su consumo durante el embarazo, para el desarrollo del cerebro del bebé, también
aminoran el riesgo de que la madre sufra de depresión posparto.
¿En qué alimentos se encuentran?
Los omegas se encuentran en pescados (sobre todo los azules) como la anchoveta, el jurel, salmón, bonito, caballa, sardinas, truchas y mariscos. Es más sano consumir estos alimentos a la parrilla o sudados ya que fritos pierden el omega 3.
Los aceites también son fuentes de estas sustancias, por ejemplo el aceite de oliva extra virgen de buena calidad (asegurarse de que no esté rancio u oxidado), sacha inchi,
maíz, ajonjolí, mantequilla orgánica, aceite de coco.
La palta, fresas, piña, espinacas, pepino, coliflor también contienen esta sustancia.
Es importante incluir todos los tipos de omega y no sólo el omega 3, pues el secreto del beneficio antioxidante es el equilibrio entre el omega 3 y omega 6 en nuestro cuerpo.
Otras fuentes de omega que también te beneficiarán son los frutos secos y semillas, como maní, semillas de ajonjolí, linaza, semillas de girasol.
Aunque suene contradictorio se recomienda disminuir «fuentes de omega 6 procesadas» ya que son grasas oxidadas, estos son: aceite de maíz, margarina, aceite de soya.