EL PELIGROSO RIESGO DE CONVIVIR CON LA MENTIRA
Estas pocas líneas surgen a raíz de una amena lectura, Como bien señala la socióloga mexicana Sara Sefchovich, en su libro «País de mentiras», se los recomiendo, ya que al leerlo nos podemos confundir de que País de Latinoamérica hace referencia, somos tan parecidos en estos fenómenos, es cierto que cuando el eje central de la política es la mentira, sirven para mantener por ejemplo la desigualdad o la corrupción, pero todo ello trae consigo algo mas grave, sobretodo cuando se carece de un líder moral, la confianza esta ausente en forma permanente de nuestras vidas no la depositamos en nadie, usted por ejemplo confía en algún político, cuando los escuchamos comprobamos que discursivamente somos un País, pero otro completamente distinto en la practica, hoy gracias a ellos una importante parte de la sociedad se siente llena de frustraciones y hartazgo de lo relacionado con la política y es que en en un País de mentiras quienes cumplen con sus palabras, quienes pagan sus deudas, tengamos cuidado ya que en un País de mentiras todo se hace normal incluso la violencia, el narcotráfico o la corrupción, la pregunta es por que un importante numero de la población acepta ello, mucho tiene que ver factores de tipo cultural, sin duda somos un País muy complejo, con una idiosincrasia muy particular, para una parte de la sociedad el convivir con la mentira es funcionable, el darle un soborno a un policía, el irrespeto al prójimo, la prepotencia, el abuso, el no cumplir con las normas y leyes, todo ello se hace posible en un País de mentiras, no nos damos cuenta que somos los ciudadanos los que debemos hacer funcionar a las instituciones en forma correcta, somos los ciudadanos los que debemos sentar las bases para iniciar un cambio en una sociedad que esta sustentada a base de mentiras. En democracia uno puede criticar, así como también saber denunciar a la corrupción pero no solo para el escándalo, hay que hacer que la justicia haga lo suyo y sentar en el banquillo a los acusados, en democracia cuando llueve todos se mojan, sino preguntémonos que sentido tendría la democracia en Países con altas tasas de pobreza, violencia social o inseguridad ciudadana.
Finalmente recordemos que en democracia los errores se pueden subsanarAtentamente,
Cesar Ortiz Anderson
Presidente Aprosec
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