La sopa, el comerciante y la adivinanza

– ¡Mesero, venga!

-¿En qué le puedo ayudar señor?

– ¡Pruebe la sopa!

– ¿Acaso hay una mosca en la sopa señor, se la puedo cambiar?

– No nada de eso, pruebe la sopa

– ¿Acaso tiene un cabello señor? dígame …

– que no! pruebe la sopa

– ¿Está fría la sopa señor? se la puedo calentar

– ¡Prueba la sopa!

– De acuerdo la probaré, ¿y la cuchara?

– ¡Exacto! ¿dónde está la **** cuchara?


 

Estaban dos comerciantes y uno le decía al otro:

– Oiga compadre, ¿por qué mi negocio no funciona?

Y el compadre le pregunta:

– ¿Pusiste letreros?

– Puse letreros, le responde.

– ¿Pusiste ofertas?

– Puse ofertas.

– ¿Pusiste propagandas?

– Puse propagandas.

– Entonces, ¿qué es lo que pasa?, vamos a ver… Letreros, propaganda, ofertas, ¡si serás menso, sastrería se escribe con ¨s¨ no con ¨c¨!


 

Qué tienen en común una pizza quemada, una cerveza congelada y una chica embarazada?

… ¡¡que en los tres casos hubo un idiota que no la sacó a tiempo!!

Comida peruana maravilla paladares texanos

Roberto Castre, dueño de Latin Bites Café

Latin Bites Café es un restaurante de Houston, Texas que ostenta ser referente de la comida peruana en ese estado, los dueños los hermanos pucallpinos, Roberto y Rita Castre junto con el también peruano Carlos Ramos abrieron el local en agosto de 2010 y desde un inicio sus platos han sido halagados por medios de Texas y del resto de los Estados Unidos.

Su carta consiste en platillos peruanos adaptados al gusto estadounidense, según Roberto Castre es para que los comensales estadounidenses se atrevan a probar los platos, la mayoría desconocidos por ellos.

Ejemplo de su fusión es que ofrecen cortes comunes en EE.UU pero servidos con salsas peruanas como huacatay y porciones de tacu tacu, para que sea más amigable para los norteamericanos, también sirven anticuchos, tallarines o papardeille con salsa de huancaína, sin embargo no han dejado de lado los platos tradicionales como los cebiches, ají de gallina, causa, seco de cordero, palta rellena, arroz con pato, que en palabras de Castre, (recientemente elegido chef del año en Eater una publicación online de Houston): «los clásicos no los hemos tocado. Ni una pizca». Su exitoso restaurante también ofrece el pisco y su famoso cóctel, el pisco sour.

El secreto de su éxito según sus dueños fue segmentar a su público objetivo muy bien, tratar de romper las barreras culturales adaptándolo al gusto local y usar los medios de comunicación como redes sociales a su favor.