Arequipa, una región sumamente religiosa, celebra esta semana a la “Virgen de Chapi”, patrona de la región. Muchos fieles llegan a su santuario ubicado en el distrito de Polobaya para rendirle culto y agradecerle por los milagros concedidos.
La celebración, según su historia, surge desde su hallazgo en un cerro de la zona cercana a Polobaya. La imagen fue llevada a Chapi donde empezó a ser celebrada por los indios de la zona. A raíz de las “malas prácticas” que según el párroco tenían, se ordenó el traslado a la localidad de Sogay pero la tradición indica que mientras la imagen era trasladada a su nuevo hogar, se hizo inútil poder cargar a la Virgen.
Tras conocer lo ocurrido, los pobladores de la zona dieron por milagro el hecho y desde entonces se ordenó la construcción de una ermita en el lugar para poder adorar a la Virgen en la morada que ella misma había elegido.
La Virgen permaneció en el lugar hasta que terremoto ocurrido en 1898 destruyó la ermita que se había levantado en su honor, pero la imagen, de rostro hermoso, cejas pobladas y mirada serena, permaneció ilesa. Fue otro milagro y tras esto, se construyó una capilla que con el correr de los años se volvió en un templo de homenaje para la Virgen de Chapi.
La canonización:
Fue un evento sin precedentes. La imagen de la Virgen de Chapi fue canonizada el 02 de febrero de 1985 por el mismo Papa San Juan Pablo II, durante su primera visita al Perú.
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Testimonios de fe:
Los feligreses muestran su mejor testimonio de fe ante la Virgen de Chapi. Ellos recorren 15 kilómetros a pie desde Arequipa hacia Polabaya, donde está el templo. La peregrinación, que dura 14 horas, es acompañada por cantos en homenaje a la Virgen y numerosas plegarias y oraciones en agradecimiento a los milagros concedidos.
La zona donde está ubicado el Santuario de Chapi es desértica. Por la mañana el traslado se hace bajo un intenso calor pero en la noche, la temperatura llega a los 4° centígrados. Los feligreses van cargando piedras en todo el trayecto y simbolizan las culpas y pecados que esperan sean perdonados para una reconciliación con su fe.
El 30 de abril es la víspera con una procesión por la tarde. A la media noche se da una misa solemne y por la mañana del 01 de mayo se celebra la misa principal. Por la tarde, los peregrinos comienzan el regreso a casa tras adorar a la Virgen de Chapi.