Aunque suene repetitivo, es el primer y más importante consejo si queremos mantener intacto nuestro presupuesto. Debemos ser conscientes con nuestros gastos o en todo caso, buscar la manera idónea de gastar menos y evitar compras excesivas e inútiles.
Gastamos mucho por ejemplo en suscripciones a revistas o periódicos que ni siquiera nos tomamos el trabajo de revisar. Gastamos en cigarros que perjudican nuestra salud. Debemos buscar formas que nos hagan gastar menos como comprar algunos artículos usados en vez de nuevos, comer en casa en vez de comer fuera, buscar siempre ofertas o descuentos, etc.
2. Consumir o usar menos
Consiste en utilizar menos un producto que solemos usar con demasiada frecuencia. Por ejemplo, procurar usar menos shampoo para el cabello, detergente y crema dental. Debemos acostumbrarnos al empleo del foco ahorrador y el menos consumo de agua.
3. Hacer un presupuesto
El Presupuesto Familiar es un documento que permite registrar los futuro ingresos y egresos que tendremos en nuestros hogares durante el mes. Nos permitirá conocer la diferencia que existe entre los ingresos y egresos, y, de ese modo, poder determinar un monto que podamos reservar como ahorro.
4. Reservar un monto como ahorro
Es el hábito de destinar dinero cada mes un deteminado monto de nuestros ingresos.
Para ello podemos usar nuestro presupuesto familiar, el cual nos puede ayudar a determinar cuál sería el monto que podríamos destinar como ahorro. Lo recomendable es que represente un mínimo del 10% del total de nuestros ingresos mensuales.
Para este requisito, es recomendable depositar dicho monto en el banco a fin de tenerlo en un lugar serio, de modo que lo tengamos en un lugar seguro, no nos sintamos tentados a sacar dinero de ella y, de paso, podamos ganar algunos intereses.
5. Evitar las deudas
La primera deuda que tenemos es el uso de la tardeja de crédito que suele ser la deuda que mayor costo pose. Debemos tener en cuenta que las tarjetas de créditos son para ser usadas en caso de emergencia o ante alguna oportunidad que se presente, y no para ser usadas constantemente en compras ordinarias.
La tarjeta de crédito puede darnos mayores satisfacciones monetarias, pero luego llegan los grandes problemas. o recomendable es cortar todas las tarjetas de crédito, o al menos mantener sólo una, la que presente los costos más bajos y las condiciones de pago más convenientes».