Casi 10 millones de peruanos han tenido contacto con el cigarrillo alguna vez

Nueve millones 406 mil 921 habitantes, lo que representa aproximadamente un tercio de la población peruana, ha tenido contacto con el cigarrillo alguna vez en su vida, sostuvo en 2011 el Dr. Edgar Amorín Kajatt, presidente del Comité de Lucha Antitabáquica del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (COLAT INEN). También señaló que alrededor de 5 millones de personas mayores de 18 años son fumadoras de tabaco y que alrededor de 200 mil de ellas se han vuelto adictos consumiendo hasta 5 cajetillas diarias.

Sostuvo que estas cifras son preocupantes y por esa razón urge ponerle freno. En ese sentido, señaló que el Estado, a través del Programa Piloto de Cesación de Tabaquismo del INEN, brinda atención especializada para ayudar a los nicotinómanos con cáncer y a quienes quieren dejar de fumar. “En el programa tenemos un equipo multidisciplinario integrado por profesionales de primer nivel”, acotó.

“Los adictos al tabaco son personas enfermas tienen compromiso psicológico y emocional y necesitan tratarse con ayuda profesional porque de forma voluntaria no van a dejar el vicio”, refirió, al explicar que el tabaquismo también enferma al corazón, las arterias, el páncreas e intestinos, entre otros órganos. “Es responsable de más de 16 tipos de cáncer, siendo el más común el de pulmón”, dijo.

El proceso terapéutico para dejar de fumar tiene tres etapas: La primera dura un mes y se conoce como Fase de Agresión, porque el paciente atraviesa una etapa de shock. Se detecta mediante un test que indica si es eutrófico o no, es decir, si tiene una reacción normal frente al tabaquismo, o si sufre de alguna patología como la esquizofrenia o tiene una desviación de carácter psicológico. En estos casos la primera atención se deriva al psiquiatra.

Esa prueba permite establecer si el  paciente está en primera fase y seguro que no abandonará la terapia. Si continúa, pasa a la segunda etapa que dura dos meses más. “Si logró estar sin fumar en el primer trimestre, significa que llegará al año; y si pasa esa valla, el porcentaje de recaída es casi nulo”, afirmó.

Asimismo, indicó que el primer mes es clave para definir si el paciente seguirá o abandonará el tratamiento. “Es la etapa más difícil. Genera angustia y tristeza como pasa en el duelo. También hay disturbio funcional orgánico, taquicardia, sudoración y síndrome de abstinencia. Pero eso se logra manejar con apoyo médico”, añadió. En algunos casos podrían necesitar dosis de nicotina, que se le administrará, dependiendo del caso, a través del parche transdérmico, chicle, caramelo, entre otros.

PROGRAMA PERSONALIZADO
El Programa de Cesación de Tabaquismo del INEN  incluye la evaluación, seguimiento y asistencia personalizada por parte de los especialistas así como exámenes complementarios; ello con la finalidad de detener la nociva adicción al cigarrillo.

Dicho proceso incluye la apertura de la ficha médica en el Departamento de Tórax y evaluación en el consultorio de Salud Mental. Incluye la aplicación del test especializado para el tema de tabaquismo. Posteriormente, el paciente pasará a ser evaluado en el Servicio de Neumología, con  exámenes de espirometría y coximetría que permiten evaluar el estado actual  de los pulmones para ver el grado de afectación por el humo de tabaco; y, de ser necesario, pasarán por una prueba por el Servicio de Cardiología. Además se les dará asesoría nutricional, enfermería y apoyo de Servicio Social y del voluntariado de ALINEN.

Cabe señalar, que como parte del tratamiento de salud mental los participantes trabajarán formando grupos. Cada uno tendrá su líder, y mantendrán reuniones descentralizadas en diferentes distritos de la capital, siempre con la supervisión de los especialistas.

Los interesados en participar en el Programa de Cesación de Tabaquismo pueden acudir al Módulo de Pacientes Nuevos del INEN, en horario de lunes a viernes de 7 a.m. a 1 p.m.

ESPECIALISTAS A DOMICILIO
Las acciones del citado programa incluyen el soporte a los pacientes nicotinómanos que requieren ayuda. Con ese fin se ha considerado realizar la asistencia médica de salud mental y de servicio social a domicilio. Ello incluirá también dar soporte a la familia para que no baje la guardia en el apoyo.

Las personas fumadoras tienen un periodo muy difícil que se llama síndrome de abstinencia cuando deja de fumar bruscamente. Esta etapa necesita una intervención frontal y mucho apoyo familiar, enfatizando en los cuidados para que no tenga recaías, que suelen ocurrir más o menos en un 30% de casos.