El atragantamiento se produce cuando un trozo de alimento u otro cuerpo extraño, se queda atorado en la garganta o en la vía aérea, impidiendo el libre acceso del oxígeno a los pulmones y cerebro.
La falta de oxígeno en el cerebro por cuatro minutos, puede resultar muy peligroso, porque puede provocar un daño cerebral o directamente la muerte. Por ello, es importante reconocer un atragantamiento y saber cómo actuar en casa, en el restaurante o en algún lugar público.
Una solución conocida es la maniobra de Heimich. Consiste en un procedimiento de emergencia que se emplea para ayudar a las personas que se están atragantando. Pero, mucho mejor es tener que emplear una técnica cuando ello sucede…
Por tal motivo, compartimos algunos consejos a tener en cuenta, para evitar pasar por este tipo de emergencias.
En el caso de los adultos las medidas no son muchas, ya que a diferencia de los niños nosotros sabemos cuidarnos. Es importante cortar los alimentos en trozos pequeños, y masticar la comida en forma lenta y cuidadosa, sobre todo si se usa dentadura postiza. También es fundamental evitar reírse y hablar mientras se mastica y traga, al tiempo que se debe tratar de no consumir mucho alcohol antes y durante las comidas.
Por otro lado, cuando tenemos niños las precauciones deben aumentar, ya que debemos tener en consideración otros factores. En este caso, es importante mantener las canicas, piedras, tachuelas, los globos de látex y otros objetos fuera del alcance de los chicos, en especial cuando se tienen niños menores de tres años.
Se debe evitar que los niños corran, jueguen o caminen con comida o juguetes en la boca porque podría resultar muy peligroso. Es aconsejable que los niños menores de cuatro años no coman alimentos que se puedan atorar con facilidad en sus gargantas, como por ejemplo salchichas, nueces, trozos de carne o de queso, caramelos duros o pegajosos, palomitas de maíz, etc.