De acuerdo al informe de un Laboratorio en Latinoamérica, las amenazas para dispositivos móviles, tanto en materia de nuevos códigos maliciosos como estafas en Internet, serán los ataques informáticos más relevante para el próximo año.
Ya en 2012 los equipos móviles constituían uno de los principales objetivos de los ciberatacantes, quienes continuaron desarrollando un gran número de ataques informáticos dirigidos especialmente a dispositivos con sistemas operativos Android. Asimismo, la evolución de las tecnologías de seguridad en los sistemas operativos de escritorio dio lugar a nuevas amenazas que son más complejas, de acuerdo al informe “Tendencias 2012: el malware a los móviles”, elaborado por ESET.
De 41 nuevas variantes de códigos maliciosos para sistemas operativos Android analizadas, el 70% apareció durante el último semestre del 2011, constituyéndose como el período de mayor desarrollo de amenazas para esta plataforma en los últimos dos años. El crecimiento en la tasa de uso de dicha plataforma se presenta como uno de los principales motivos para que los cibercriminales dirijan sus esfuerzos en este sentido. Según los datos arrojados por la consultora Gartner, a mediados del 2011, Android era el líder de plataformas móviles con más de 400 millones de dispositivos móviles en todo el mundo, creciendo a raíz de 550 mil dispositivos por día.
Además, el aumento del impacto causado por el malware en equipos móviles fue una tendencia para el 2012 que tiene como caso testigo a DroidDream, amenaza que logró más de 250.000 descargas desde el Android Market. El caso obtuvo tanta repercusión que Google decidió desinstalar remotamente la aplicación de todos los sistemas infectados por dicho código malicioso. A su vez, todos los usuarios cuyo dispositivo móvil había sido comprometido fueron notificados a través de un correo electrónico.
“A pesar de las diferencia entre el mundo del móvil y el de los equipos de escritorio en cuanto a cantidad de dispositivos y de amenazas, hoy en día los creadores de aplicaciones maliciosas están encontrando en Android muchas de las características que años atrás encontraron en Windows XP. El crecimiento en el market share y la posibilidad de propagar códigos maliciosos en repositorios (oficiales o no), entre otras características, posicionarán a Android como el uno de los objetivos privilegiado de los desarrolladores de códigos maliciosos durante estos años”, aseguró Sebastián Bortnik, Coordinador de Awareness & Research de ESET Latinoamérica.
Por otra parte, la evolución de las tecnologías de seguridad en las plataformas de equipos de escritorio y el progresivo reemplazo de Windows XP por Windows 7 y Windows 8 exigirá a los ciberatacantes el desarrollo de amenazas más complejas desde el punto de vista tecnológico. En la era de Windows XP, muchas amenazas únicamente sobrescribían una entrada de registro o escribían un archivo para hacer daño en el sistema, mientras que en la actualidad los nuevos códigos maliciosos deberán incorporar también funcionalidades destinadas a lograr la ejecución en el sistema, antes del daño propiamente dicho.
Por este motivo, aparecerán también más códigos maliciosos con capacidades de vulnerar los sistemas de firmado digital con los que cuentan los sistemas operativos más modernos.
“Más allá del crecimiento que se espera de amenazas más complejas desde el punto de vista tecnológico, también se ha verificado un gran desarrollo en la tendencia opuesta: códigos maliciosos extremadamente sencillos que apelan simplemente a la Ingeniería Social han proliferado desde el 2011 y continuarán propagándose durante estos años. Se trata, por ejemplo, de troyanos bancarios de la familia Qhost que al ejecutarse en el sistema, modifican un archivo de texto para que el atacante robe las credenciales bancarias de los usuarios”, agregó Bortnik.
En línea con esto, el panorama de amenazas incluirá con menor frecuencia amenazas de alta complejidad y gran impacto junto con ataques sencillos y de fácil acceso para los desarrolladores, con un grado mayor de masividad. Por otra parte, pueden esperarse ataques generados localmente en Latinoamérica, especialmente de tipo hacktivista, es decir, ataques con fines ideológicos en lugar de económicos. A su vez, cabe esperar ataques a través de redes sociales y una alta tasa de propagación de troyanos bancarios – el tipo de códigos maliciosos más característico en nuestra región.