Los aros de aluminio crean un aspecto muy deportivo en los automóviles debido a su estética y ligereza, pero ¿qué pasa si en algún momento sufren un golpe y se deforman, fisuran o rompen?
En algunos casos, dependiendo de la magnitud del golpe, estos pueden lograr repararse, siendo rectificados, mientras que en otros, simplemente deben ser descartados.
Pero, luego de repararlos, ¿quedan bien?
Si el golpe, fisura o ruptura, es muy pequeño, el resultado final luego de repararlos es casi imperceptible.
Si el daño grave, podría repararse pero cabe la posibilidad que no quede al 100%, lo cual se traduciría en vibraciones a alta velocidad.
Si el daño ocasionado es demasiado grande, como el caso de ruptura de alguno de los rayos del aro, o la parte interna del mismo, la opción de repararlos no sería lo mejor, debido a que podemos sufrir pérdidas de aire y vibraciones a velocidades intermedias y altas.
Es recomendable utilizar la presión de aire correcta en los neumáticos para que estos no sedan al momento de caer en un bache.
Algunas personas prefieren utilizar un poco más de la presión recomendada, pero se debe tomar en cuenta que esto se ve reflejado en ruido al desplazarse por pistas que no son completamente lisas, a su vez, se transmiten con mayor fuerza algunos baches pequeños.
Autor: Internet