Es la propiedad más importante de un lubricante, la que determina su fluidez o grosor según las condiciones de temperatura y presión. Un aceite de baja viscosidad fluye más rápido, en tanto uno de mayor viscosidad es más grueso y ofrece mayor resistencia al flujo.
El aceite del motor debe mantener una viscosidad no muy gruesa a temperaturas tan bajas como -10°C, ni caer en una viscosidad no muy baja a temperaturas que pueden llegar a 150°C.
Los índices de viscosidad clasifican de 2 formas:
Por Índices de viscosidad SAE
Las especificaciones más utilizadas mundialmente para evaluar la viscosidad del aceite son las determinadas por la SAE (Society Automotive Engineerring). La nomenclatura detalla la viscosidad a baja temperatura con la letra W (de Winter, Invierno en inglés) seguida de las viscosidad a 100°C.
Por Calidad API
El Instituto Americano del Petróleo (API) ha establecido una clasificación alfabética para los aceites de motores que es muy utilizada por los fabricantes norteamericanos y europeos, quienes también utilizan su norma ACEA (Asociación de Constructores Europeos del Automóvil). Cada nueva especificación API corresponde una mayor exigencia en la calidad del lubricante La API aprueba las especificaciones SF, SG, SH, y la última SJ para motores de gasolina y las que empiezan con C para motores Diesel.
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