La capacidad de los fabricantes de automóviles japoneses para mirar hacia un futuro prometedor después de un año desastroso es quizás el aspecto más impresionante que se destaca en el Salón Automotriz de Tokio que se lleva a cabo esta semana.
La determinación que tienen -puesta en evidencia con la exposición de conceptos futuristas y en días pasados con una conferencia de prensa donde los líderes de la industria solicitaron una reducción de la carga impositiva sobre automóviles- es unas de las características que deben ser tomadas en cuenta por sus competidores foráneos.
El terremoto del 11 de marzo pasado, seguido del tsunami y la posterior crisis nuclear, puso de manifiesto la necesidad de reducir la dependencia a vehículos y electrodomésticos sedientos de energía, ya sea en las carreteras, el hogar o la fábrica.
Es así como la industria automotriz japonesa está avanzando con un empuje aún mayor que en el pasado para asegurar un futuro donde haya un empleo menos intensivo de la energía y en el que, según palabras de Toyota, «la gente, los coches y la sociedad estén vinculadas».
Afectan a la vida
En otras palabras, los ideales de los fabricantes japoneses están yendo «mucho más allá del propio automóvil».
El futuro de las ciudades es un concepto central, con Toyota exhibiendo su Parque Móvil Inteligente (Smart Mobility Park) donde los vehículos, generalmente con motores eléctricos, se mueven de forma autónoma sin la necesidad de un ser humano detrás del volante.
Esta es un área donde General Motors y Volkswagen han avanzado mucho en los últimos meses y años, aunque los expertos en robótica de Toyota ya tienen su papel asegurado dentro de este tipo desarrollo como actores importantes.
La vivienda del futuro es otra de las área que los fabricantes tienen en su mira, con Nissan explorando cómo las baterías de los coches eléctricos pueden ser usadas para almacenar energía que podría ser reutilizada por la casa, por ejemplo durante los cortes de energía o mientras los coches no estén en uso.
Coches pequeños para la ciudad
En las ciudades actuales todavía se ve como poco probable el funcionamiento de vehículos autónomos en los próximos años, sin embargo, los fabricantes de Japón están bastante ocupados buscando soluciones inmediatas para combatir la creciente congestión y la contaminación.
La feria de Tokio está repleta de pequeños autos de ciudad, incluyendo minúsculos carros eléctricos, como el Honda Micro Commuter.
Este coche incluye una peculiar motocicleta eléctrica que puede ser utilizada para las millas finales durante un recorrido y su batería además puede servir para alimentar los aparatos eléctricos en la oficina.
También está el Nissan Pivo 3, un vehículo eléctrico de tres puestos que se ha venido modificando a lo largo de los años, convirtiéndolo en un modelo de posible producción.
Toyota también está exhibiendo una versión eléctrica de su pequeño modelo iQ.
En las carreteras interestatales, donde los conductores llegan a cubrir grandes distancias en coches de tamaño familiar, los vehículos de hidrógeno están comenzando a hacerse realidad después de décadas de investigación y desarrollo.
Toyota, por ejemplo, muestra su concepto FCV-R «realidad y revolución», el cual promete una autonomía de 692 km y que según el fabricante debería salir a la calle en tan sólo tres o cuatro años.
Mientras eso ocurre, para los conductores que deseen desde ya mejorar la eficiencia, el ahorro de combustible y la reducción de emisiones se ofrece una gama de soluciones híbridas con la utilización de gasolina o diesel y electricidad.
Una parte central de la evolución en este tipo de vehículo, es la capacidad de pre-cargar las baterías de los coches conectándolos a tomas de corriente.
Otro aspecto es la forma en que muchos nuevos tipos de baterías se utilizan junto con pequeños motores de combustión convencionales para que contaminen menos.
Esto permite una conducción más económica y más limpia en la mayoría de las circunstancias, a veces con la opción de usar la batería y el motor de gasolina de forma conjunta para ofrecer un rendimiento más entusiasta de manera ocasional o que bajo la movilidad eléctrica se consiga un rango adicional.
Como ejemplo de este tipo coches están el Honda AC-X de tamaño familiar y el Suzuki Swift EV híbrido, un auto eléctrico con un extensor de rango de potencia de gasolina.
Motor convencional
Los fabricantes de automóviles de Japón no sólo miran el futuro. También y con mucha atención están enfocados en el aquí y ahora. El Toyota deportivo GT-86 coupé es quizás el modelo más esperado de los observados en el Salón Automotriz de Tokio.
Este auto de 200 caballos de fuerza está basado en el concepto FT-86 visto por primera vez hace dos años. Se venderá tanto por Toyota como por Subaru, el cual tendrá su propia versión.
Su lanzamiento se hizo en una pista de carreras de Fórmula 1 apenas unos días antes del show, evidenciando dos hechos fundamentales dentro la industria del motor:
El primero es que muchos conductores prefieren los coches potentes de gasolina a pesar de la tendencia hacia la alta tecnología y los motores de combustible eficiente y con emisiones más limpias.
El segundo es que a pesar de lo anterior, la inventiva continúa y eventualmente muchos de los conceptos revelados en las ferias del automóvil comenzarán a producirse.
Fuente: [BBC Mundo]
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