Darle textura a las paredes es realmente fácil; con los siguientes consejos podrás hacerlo y lograr así el acabado que desees. En primer lugar, es preferible que la pared se encuentre totalmente blanca o en su defecto en alguna tonalidad clara.
Luego procederemos a la preparación. Para esta manualidad utilizaremos yeso cerámico en polvo como principal elemento, recomiendo esta solución por su practicidad en el preparado, además del rápido secado. Para disolverlos solamente necesitaremos un poco de agua (una parte de yeso por dos de agua).
Las herramientas texturadoras son diversas. Se puede usar papel arrugado o quizás una esponja. Para dar una textura más prominente, el uso de una espátula es conveniente. Asimismo, puedes usar cualquier elemento, según la textura que desees impregnar. Luego de elegir la herramienta, humedece el elemento texturador en la solución y procede a darle toques a la pared (no sobar, porque se perdería la textura).
Otra opción es usar la técnica del Dripping. Sólo empapa una pequeña brocha con el yeso cerámico y procede a dar salpicados sobre la base.
Como afirmé anteriormente, el secado es realmente rápido y te darás cuenta cuando la solución este completamente fría. Pero si usó una generosa porción para que el texturado tenga relevancia dentro de su habitación, dos horas de secado serán suficientes. Es recomendable volver a pintar la pared con el color que usted elija, pero si desea darle un fuerte impacto visual a la superficie, las patinas de pintura son la alternativa perfecta.
Fuente: Decorailumina.com