Parece que la refrigeradora consume más energía si se llena completamente. Pero la verdad es que mientras más copada esté, menos fluctúa la temperatura, todo se mantiene fresco y se ahora energía.
Comprar según la capacidad de tu refrigeradora
Comprar en grandes cantidades no solo es más económico, sino que es lo mejor para tu refrigeradora. Empecemos por el congelador: compra la carne una vez por semana y congélala. Puedes congelar un trozo entero metiéndolo en una bolsa de congelación (sin sacarlo del envoltorio de la tienda), o pide en la carnicería que te la corten en bistecs y congélalos individualmente.
Con el envoltorio ideal, pueden permanecer en el congelador durante seis meses. Puedes también, aprovechar el espacio sobrante para guardar bolsas de verdura y fruta congelada, lo que facilitará la preparación de guarniciones y hasta helados.
En la refrigeradora sólo es necesario dejar espacio suficiente entre los productos para que circule el aire y ver lo que hay al fondo. Coloca los productos que utilices con más frecuencia en la parte delantera para tenerlos más a mano cuando abras la puerta.
La carne y el pescado es recomendable guardar en el estante inferior, para que así se evite la contaminación al resto de alimentos.
Si tus hijos tienen por costumbre dejar la puerta del refrigeradora abierta un buen rato mientras buscan golosinas, coloca lo que más les gusta a la altura de los ojos para que les cueste menos encontrarlo y no se desperdicie tanta energía.