Esta es la historia de un matrimonio como muchos y ya que está de moda las infidelidades veamos este caso.
En el matrimonio en cuestión la vida sexual no funcionaba bien entre el marido y su mujer.
La esposa estaba convencida de que su esposo la engañaba con la jóven y bonita empleada de la casa. Para salir de dudas y encontrar a su marido infraganti preparó una trampa para atraparlo con las manos en la masa.
Así que le dió licencia a su empleada todo el fin de semana sin avisarle a su esposo. En la noche cuando el matrimonio se fué a la cama, el esposo le sufrió el estrés conocido y pidió a la esposa que lo disculpara pues se sentía mal del estomago.
Iba a salir a tomar un poco de aire y volveria para acostarse.
El tomó el camino del baño primero y su mujer salió rápidamente al corredor, subió las escaleras y se acostó en la cama de la empleada.
Al poco tiempo de apagar la luz entró el hombre silenciosamente y sin pérdida de tiempo, se metió en la cama y le hizo el amor con gran fogosidad.
Los dos gemian de placer. Cuando terminaron, la mujer todavia muy agitada le dice:
– ¡ Tú no esperabas encontrarme en esta cama ! … ¿No es así querido ? !!! –
y encendió la luz…
– Sinceramente no patrona… – dijo el jardinero.