Ahh las Cigüeñas

Tres cigüeñas van volando y una pregunta a la otra:

– “¿Para dónde vas?” Esta contesta:

– “Voy a casa de un matrimonio que tiene 10 años tratando de tener un

hijo y aquí les llevo uno.”

– “¡Qué bueno! – le dice la cigüeña que preguntó, a la vez que añade: Yo

voy a casa de una señora mayor, que nunca tuvo hijos. Y aquí le llevo un lindo varoncito.” La otra le contesta:

– “La vas a hacer muy feliz.” En eso, las dos le preguntan a la tercera cigüeña:

– “Y tú, ¿Para dónde vas?”

– “¿Yo? Al convento de las monjitas. Nunca les llevo nada… ¡Pero siempre les doy un susto de la patada.”

——————- o —————–

En clase de zoología, el maestro de primaria dice a sus alumnos que le escuchan atentamente:

– La mayor de las aves zancudas es la cigüeña.

Y uno de sus pequeños alumnos replica.

– No nos venga con cuentos profesor, que ya tenemos edad para saber que las cigüeñas no existen.

——————- o —————–

El papá de Jaimito le dice:

– Mira Jaimito, ¡ya hablé con la cigüeña para que te trajera un hermanito!

– No fastidies papá. Habiendo tantas mujeres, ¿te emparejaste con una cigüeña?

Una apuesta singular de una anciana

Una viejecita fue un día al Banco llevando un bolso lleno hasta el tope de dinero…

Insistía ante la ventanilla, solicitando que quería hablar única y exclusivamente con el Presidente del Banco para abrir una cuenta de ahorros, para lo cual decía: «Comprenda Ud., es mucho dinero».

Después de mucho discutir, la llevaron ante el Presidente del Banco, respetando el concepto de que el cliente tiene siempre la razón.

El Presidente del Banco inquirió: -¿Cuál es la cantidad que Ud. desea ingresar?

Ella dijo: USD$165,000 -y automáticamente vació su bolso encima de la mesa.

El Presidente, naturalmente, sintió una gran curiosidad por saber de dónde habría sacado la viejita tanto dinero y le preguntó:

-Señora, me sorprende que lleve tanto dinero encima, realmente es mucha cantidad… -y acto seguido le preguntó: -¿Cómo lo ha conseguido?

La viejecita contestó: -«Es simple, hago apuestas».

-Apuestas? -preguntó el Presidente- ¿qué tipo de apuestas?

La viejecita contestó: -«Bueno, todo tipo de apuestas; por ejemplo le apuesto a Ud., USD$25,000 a que sus huevos son cuadrados!»

El Presidente soltó una carcajada y dijo: -«Esa es una apuesta estúpida… Ud., nunca podrá ganar una apuesta de ese tipo».

La viejecita lo desafió.

-Bueno ya le dije que hago apuestas; está Ud., dispuesto a aceptar mi apuesta…?

-Por supuesto -respondió el Presidente: -Apuesto USD$25,000 a que mis pelotas no son cuadradas…

La viejecita dijo: -«De acuerdo, pero como hay mucho dinero en juego…, ¿puedo venir mañana a las 10:00 AM con mi abogado para que nos sirva de testigo?

-Por supuesto -respondió el Presidente, teniendo en cuenta que se apostaba dinero..

Aquella noche, el Presidente estaba muy nervioso por la apuesta. Pasó largo tiempo mirándose sus pelotas en el espejo; volviéndose de un lado para otro, una y otra vez. Se hizo un riguroso examen y quedó absolutamente convencido de que sus pelotas no eran cuadradas y que ganaría la apuesta.

A la mañana siguiente a las 10:00 en punto, la viejecita apareció con su Abogado en la Oficina del Presidente. Hizo las pertinentes presentaciones y repitió la apuesta de USD$25.000,00 a que las pelotas del Presidente son cuadradas.

El Presidente aceptó nuevamente la apuesta y la viejecita le pidió que se bajara los pantalones para mostrar sus pelotas.

El Presidente se bajó sus pantalones y la viejita se acercó y miró sus pelotas detenidamente y le preguntó tímidamente si las podía tocar; expresando: -Tenga Ud., en cuenta que es mucho dinero y debo cerciorarme.

-Bien, de acuerdo -dijo el Presidente convencido que USD$25.000,00 es mucho dinero: -y comprendo que quiera estar absolutamente segura.

La viejita se acercó al Presidente y agarrándole empezó a palpar sus bolas; paralelo a lo cual el Presidente se dio cuenta de que el Abogado estaba golpeándose la cabeza contra la pared.

El Presidente preguntó a la viejita: -Y ahora que le pasa a su Abogado?

Ella contestó: -«Nada, sólo que he apostado con él USD$100,000 a que hoy a las 10:00 de la mañana tendría las pelotas del Presidente del Banco en mis manos».

Gato bien orientado

gatomiauUn hombre odiaba a la mascota de su mujer, un gato, y decide hacerlo desaparecer. Lo mete en una bolsa y lo lleva en el carro a 20 kilómetros de su casa. Cuando vuelve, el gato estaba sentado en la puerta de la casa.

Nervioso, el tío repite la operación, pero ahora lo abandona a 40 Kilómetros de su casa. Cuando vuelve, el gato otra vez estaba esperándolo en la puerta.

Ahora el hombre estaba furioso; agarra el gato, lo pone en el coche y anda 10 kilómetros a la derecha, 20 a la izquierda, 30 hacia el norte, y 25 hacia el sur. Suelta el gato y emprende el regreso a casa.

Al cabo de un rato, llama a su mujer por el celular y le dice:

– Querida, ¿el gato está por ahí?

– Acaba de llegar, ¿por qué, cariño?

– Pon a ese mal-parido al teléfono, que me he perdido!!!

El Loro sin patas

loroUn tipo que decide comprar una mascota ve a un loro colgando, cabeza abajo, de un palo; se le queda mirando y dice en voz alta:

– «Vaya, ¿qué le habrá pasado a este loro?»

– «Yo nací así: soy un loro sin patas», dice el ave.

– «¡Je, je! Me pareció como si este pájaro hubiera entendido lo que dije y me hubiera contestado».

– «Claro que entendí lo que dijiste. Soy un loro sumamente inteligente y muy culto».

– «¿Ah, sí? Entonces contéstame esto: ¿cómo te cuelgas del palo, si no tienes patas?»

– «Bueno, verás, me da un poco de vergüenza, pero ya que has preguntado, te lo voy a decir: uso mi pene como gancho y lo enrollo en el palo, no puedes verlo porque lo cubro con mis plumas».

– «¡Increíble! ¿Realmente puedes entender lo que dice la gente y contestar?»

– «Claro que sí, hablo español e inglés. Puedo conversar sin mayores problemas casi sobre cualquier tema: política, religión, fútbol, química, filosofía… y soy especialmente bueno en ornitología. Deberías comprarme, soy un excelente compañero».

El hombre mira la etiqueta del precio (S/.200) y arrequinta entre dientes:

-«Ese precio es demasiado para mí».

– «Pssst», le llama el loro moviendo un ala para que se acerque.

– «Nadie me quiere porque no tengo patas. Ofrécele al dueño S/.20».

El hombre ofrece los $20 y sale de la tienda con el ave. Pasan las semanas y el loro es sensacional, gracioso, interesante, un excelente amigo, entiende todo y hasta da muy buenos consejos.

Su dueño está feliz con él. Un día, el hombre llega de trabajar y el perico lo llama:

– «Pssst», moviendo un ala para que se acerque.

El tipo se pone muy cerca de la jaula.

– «No sé si contarte o no, pero es acerca de tu mujer y el cartero».

– «¡¿Qué?!»

– «Bueno, esta mañana, cuando llegó el cartero, tu mujer lo recibió con un beso en la boca. Ella estaba vestida sólo con ropa interior».

– «¿Y después qué pasó?»

– «Después, el cartero entró en la casa y empezó a acariciarla toda».

– «¡Dios Santo! ¿Y qué más?»

– «Después, le quitó las bragas y el sostén. Se arrodilló y empezó a besarla por todas partes, empezando por los senos, lentamente, e iba bajando y bajando por el ombligo y seguía y seguía…»

El ave se queda callada un buen rato.

– «¿Y qué pasó? ¿Qué pasó? ¡Habla maldito loro!», grita frenético el hombre.

– «No sé, se me paró y me caí del palo».

Advertencias sobre el Consumo de Alcohol

ADVERTENCIA: El consumo de alcohol es la causa principal de bailar como idiota.

ADVERTENCIA: El consumo de alcohol puede causar que diga la misma historia aburrida una y otra vez hasta que sus amigos quieran golpearlo hasta cansarse.

ADVERTENCIA: El consumo de alcohol puede llevarle a pensar que sus ex-novias están realmente desesperadas y deseosas que las llame por teléfono a las cuatro de la mañana.

ADVERTENCIA: El consumo de alcohol puede hacerle pensar que está susurrando cuando está gritando como loco y escupiendo la cara.

ADVERTENCIA: El consumo de alcohol puede llevarle a no saber de qué miércoles se ensució su pantalón.

ADVERTENCIA: El consumo de alcohol puede hacerle pensar que es experto en Kung Fu y demás artes marciales.

ADVERTENCIA: El consumo de alcohol puede causar que por la mañana mire al otro lado de su cama y vea algo escalofriante (cuyo nombre y/o apodo no puede recordar).

ADVERTENCIA: El consumo de alcohol puede crearle la ilusión de que es más fuerte, listo y más guapo que un tipo, realmente bello como Leonardo Di’Caprio.

ADVERTENCIA: El consumo de alcohol puede llevarle a pensar que es invisible y que nadie lo ve… o que puede traspasar paredes o probar su dureza a puñetes.

ADVERTENCIA: El consumo de alcohol puede realmente PROVOCAR embarazo.

La bicicleta del cura

En la misa dominical al momento de la prédica, un cura de pueblo muy enojado, se apoya en el púlpito y dice con tono muy   grave:

– El sermón de hoy lo voy a dedicar a ustedes, ladrones, porque ayer sábado me robaron mi bicicleta. Cosas como éstas no pueden suceder en este pueblo, y menos en esta comunidad, en la que todos nos conocemos desde pequeños y donde Dios ha sembrado su semilla de dicha y felicidad.

– Pero eso no quita, ni minimiza, lo que han hecho el día de ayer: ¡¡SE  ROBARON MI BICICLETA…!!.

– El primer mandamiento dice: «Amarás a Dios, sobre todas las cosas», pero ustedes no aman a Dios, porque el que roba NO ama a  Dios. Ladrones de M !

– El segundo mandamiento dice: «No usarás el nombre de Dios en vano», pero el que roba reniega de Dios, pues sin mi bicicleta ahora tengo que caminar bastante para llegar a la otra comunidad y poder predicar su Palabra.

– El tercer mandamiento dice: «Santificarás el Domingo como día del Señor», pero ustedes no santifican nada porque son unos ladrones, sacrílegos de M, que se han robado mi bicicleta sin ninguna consideración.

– El cuarto mandamiento dice: «Honrarás a tu padre y  a tu madre», pero ustedes parece que no tuvieran ni uno ni la otra, pues si no, les hubieran enseñado a no robar.

– El quinto mandamiento dice: «No Matarás», pero ustedes han matado la ilusión que tenía con mi bicicleta nueva, de manera que ahora mismo me van diciendo quién fue el pedazo de hijo de P. que me  robó mi bicicleta.

– El sexto mandamiento dice: «No Fornicarás»….

En eso, el curita se queda pensativo unos segundos y dice sorprendido: – Ay chucha ……. Ya me acordé dónde dejé la bicicleta.