Al teléfono:
– Hola mami, ¿te puedo dejar los perros el fin de semana?
– ¿Vas a salir?
– Sí
– ¿Con quién?
– Con una amiga
– Yo no se por qué te separaste de tu esposa, es una mujer tan buena.
– Yo no me separé mamá… ¡Ella me dejó!
– Tú dejaste que se fuera y ahora andas por ahí con cualquiera …
– NOOOO!!! … no ando con cualquiera mamá!
¿Te puedo dejar los perros el fin de semana?
¿SI O NO?!!!
– ¡Yo jamás los dejé a ustedes para salir con alguien que no fuera tu padre!
– Hay muchas cosas que tú hiciste y yo no hago.
– ¿Qué me quieres decir?
– Nada, nada mamá … solo quiero saber si te puedo dejar los perros.
– ¿Vas a quedarte a dormir con esa mujer?
¿Qué diría tu esposa si se enterara?
– ¡Mi EX esposa!… y no creo que a ella le preocupe pues desde que nos separamos la muy perra no debe haber dormido sola ni una noche!
– Entonces, ¿te vas a quedar a dormir con esa ninfómana?
– No es una ninfómana … ¡por favor mamá!
– Una mujer que sale con un divorciado… con perros… es una ninfómana, una perra vividora calenturienta!.
– No quiero discutir. ¿Te llevo los perros O NO?!!
– Pobres perritos, con un dueño así!
– ¿Así cómo …?
– ¡Con pajaritos preñados en la cabeza, por eso te dejó tu esposa!
– ¡Bastaaaa! Yaaaaa!!
– ¿Y encima me gritas? …
¡Seguramente a esa mujer con la que sales también la gritas!
– ¡Ahhh! ¿Ahora te preocupa la cualquiera?
– ¿Viste que SÍ es una cualquiera? … Si yo me dí cuenta enseguida
– ¡Adiós mamá!
– Espera!! … no cuelgues! ¿A qué hora me traes los perros?
– No los voy a llevar … ¡No voy a salir!
– Hijito, por Dios … si no sales nunca, ¿como diablos piensas rehacer tu vida?