Resulta que en Amsterdam, Holanda, se realiza la convención mundial de productores comerciales de cerveza, a la que asisten los presidentes de las más prestigiosas compañías cerveceras del mundo.
Una vez concluida la convención, todos los presidentes deciden reunirse en un bar para festejar el éxito del evento. Para ello, deciden
encontrarse en el bar del hotel donde se realizó tal acontecimiento. Ya allí, no se ponían de acuerdo en que pedir.
Para romper el hielo, el presidente de Budweiser se acerca al mozo y le dice:
– «Mozo, una Budweiser, por favor.»
Luego, llego el turno del presidente de Beck’s, que dijo:
– «A mi una Beck’s, si fuera tan amable.»
A continuación, dijo el presidente de Guiness:
– «Me gustaría tomar una Guiness.»
Y así siguieron todos los presidentes de las compañías, pidiendo la cerveza que ellos mismos producían.
El ultimo en pedir fue el presidente de Isenbeck, que dijo:
– «Yo quisiera una gaseosa, por favor.»
Sorprendidos, los demás presidentes le preguntan el porque de tan extraña decisión, a lo que respondió:
– «Y, . . si ustedes no van a tomar cerveza, yo tampoco . . . »
¡Mamá, mamá!… ¿por qué mi papi corre en zig-zag?
¡Cállate y pásame más balas!
Un señor toma asiento ante la mesa de la bola de cristal, y la adivinadora le dice:
– Veo que tiene dos hijos.
– Eso es lo que usted cree – replica el hombre sonriendo….
– Yo tengo tres hijos.
La adivinadora se sonríe y replica a su vez:
– Eso es lo que usted cree!.
El mayordomo atentamente le abre la puerta, agacha su cabeza y reverencialmente lo saluda:
– Adelante, ¡pedazo de atorrante!, ¿de dónde mierda viene el ´Señor Conde´, con esa cara de ojete ?.
A lo que el Conde sonriente le contesta:
– De comprarme un audifono, Perkins…Estás despedido…
Hombre qué te pasó??… quién te puso ese ojo negro?
Una loca en el autobús…
¿Y por qué? ¿qué le hiciste?…
Nada… ella venía amamantando a su hijo, yo la venía mirando tranquilamente… hasta que no aguante más y le dije: Usted no me va a creer, pero su hijo me invitó a comer…
Un matrimonio estaba comiendo en un restaurante cuando observaron que entró un amigo de ambos acompañado de una desconocida. La señora le comentó a su marido:
Hoy me levante temprano, me puse los calzoncillos largos, me vestí lentamente, hice café, agarre mis cañas de pescar, me fui silenciosamente al garaje, puse las cañas en la camioneta y procedí a sacarla del garaje bajo una lluvia torrencial.
Una guapa mujer va al consultorio de un sicólogo y se produce el dialogo siguiente:
Tres hombres estaban en un bar y uno dice:
La Sra. Ipanaqué estaba caminando por la calle cuando se cruzó con el padre Rodríguez.
Un grupo de mujeres se reunieron en un seminario