A dos amigos les gustaba hacer apuestas y van al cine metropolitano, sentándose como siempre en las últimas filas.
-Te apuesto que le tiro un lapo a ese pelado
– Acepto
Va hacia abajo y zas le mete un manazo al pelado y le dice
– ¡Hola Juan! bonita camisa y sobradazo
El tipo voltea y lo mira con una cara de querer matarlo
– ¡No soy Juan!
– Disculpa broder, eres igualito a mi pata.
Una vez juntos los palomillas se matan de risa, esta vez hacen una nueva apuesta de volver a meterle un lapo al pelado. Así que vuelve y ¡zas! un nuevo manazo
– ¡Juan eres tú, no te hagas el sobrado!
– ¡QUE NO SOY JUAN CARAJO!
– Disculpa mano, es que eres muy parecido.
Esta vez los amigos ya estaban orinándose de risa y la apuesta se triplica, pero esta vez el pelado se había cambiado de lugar al extremo más lejano, pero el pendex va y ¡zas! un nuevo lapo
– ¡JUAN POR ALLA HAY UN PELADO IGUALITO A TI!